En su campaña contra los Hermanos Musulmanes, la policía egipcia detuvo al ex ministro de la Juventud Osama Yasin y al secretario de la hermandad, Mohamed Hafez.

Sobre Yasin -jefe de seguridad en la Plaza Tahrir durante las protestas que llevaron al derrocamiento de Hosni Mubarak en 2011- pesaba una orden de arresto por varios delitos como instigar al asesinato de manifestantes y planear el campamento en la plaza cairota de Al Nahda, desmantelada el pasado día 14 por la policía.

Yasin fue ministro de la juventud en el gabinete del primer ministro Hisham Qandil, quien presentó su renuncia al presidente de Mohamed Mursi el 2 de julio pasado, luego de las multitudinarias manifestaciones que exigían su renuncia y que culminaron en el golpe militar el día siguiente.

Las fuentes dijeron desconocer los motivos del arresto de Hafez, secretario del viceguía de los Hermanos, Jairat al Shater, quien a su vez se encuentra detenido y afronta un juicio -iniciado ayer- junto a los máximos líderes de la hermandad por su supuesta incitación a la violencia, informó la agencia de noticias EFE.

La Fiscalía liberó anoche a un hijo de otro dirigente de la Hermandad, Mohamed al Beltagui, por falta de acusaciones en su contra, mientras que permanecen arrestadas las tres personas que lo acompañaban cuando fue detenido ayer en la provincia de Beni Suef, al sur de El Cairo.

Debilitados por la campaña de las autoridades contra los islamistas, los Hermanos Musulmanes y grupos afines integrados en la llamada Alianza para la Defensa de la Legitimidad, insisten en seguir las movilizaciones contra el golpe que depuso a Mursi.

El viernes pasado, estos llamados islamistas -con sus líderes presos y miles de adherentes muertos o presos- tuvieron una convocatoria sensiblemente menor a la lograda en las semanas anteriores, cuando decenas de miles exigieron en las calles la vuelta al poder del derrocado presidente.

En un comunicado difundido anoche, la coalición desmintió que el número de manifestantes haya disminuido e insistió en que continuarán sus actos de presión contra el Ejército e hicieron un nuevo llamamiento a sus seguidores para que se manifiesten «a diario y de forma masiva contra los golpistas».