Me llamo Tristán y soy Francés. Tengo la suerte de haber nacido en un país donde la educación, como la salud, son considerados derechos humanos.

Hace un año atrás, tenía la ingenuidad de creer que era así en todo el mundo, ¿Como podría ser distinto ?

Claro que sabía que en los EEUU educación y salud eran considerados como unas mercancías, pero pensaba que eso era el caso muy particular de este país, una locura propia del capitalismo salvaje de los EEUU. Locura que consiste en pensar que todo se puede vender, aún los derechos humanos, aún el agua, aún las semillas…

Cuando llegué a Chile hace un año, me di cuenta que esta triste realidad no era un caso aislado. Me acuerdo de la cara de mis compañeros chilenos cuando me preguntaban : “Y ustedes, en Francia, ¿ cuánto pagan por la U ?” Y yo , con mi acento de franchute, medio comprensible, contestaba : “Pues…. Nada, es gratis para todos y para siempre.”

Y me asombraba cuando ellos me decían cuánto pagaban por un año de estudio.

Ahora me considero como una persona que tiene suerte, la suerte de vivir en un país donde la educación y la salud son gratis, pero no debería tener esta sensación de suerte, ni siquiera debería cuestionarme sobre este punto, debería ser algo que sea lo mismo para todos los seres humanos del mundo.

Hay muchas cosas sobre las cuales podemos discutir, cuestionar su legitimidad, debatir sobre su razón de ser, preguntarse si no sería una locura de socialista, o peor, ¡de comunistas! … Pero educación y salud no son cosas cuestionables, son derechos, que nos entregamos nosotros seres humanos, a nosotros mismos.

Descubrí aquí que se puede vender lo invendible… debería deprimirme, debería decir “Chile es un país de inconcientes” pero no… De hecho estoy muy optimista, y eso gracias a ustedes los estudiantes chilenos.

En efecto, de la misma manera que descubrí un sistema no igualitario y injusto (¡ ojo ! lejos de mi la idea que el sistema Francés sea perfecto, solo un poco más igualitario…), una generación mayor totalmente sometida a sus dirigentes, resignados a los intereses financieros de una minoría de la población, también descubri la juventud y la generación de estudiantes más valiente, determinada, optimista, consciente y fuerte que nunca he visto. En mi pais la situación es fácil para nosotros, ni nos damos cuenta de nuestra suerte, y nadie tiene que ser despierto, valiente y reflexionar como lo hacen ustedes. Yo tengo mucho respeto y admiración por ustedes que no se resignan, que siguen luchando aunque hace años que la lucha sigue, que han logrado despertarse y oponerse a un sistema ya establecido como la norma, que saben que no dejarán de luchar hasta que llegue el cambio. Muchos hubieran abandonado desde mucho tiempo, partiendo por la juventud de mi país, pero ustedes tienen una fuerza interior propia, probablemente debida a la historia de su país, que hace que la juventud chilena sea fuerte y inteligente. Todos saben que esta lucha logrará un cambio, no importa el tiempo que tomará, pero seguirán hasta que la educación sea un derecho humano en Chile también, y sé que el que cree que ustedes se van a cansar esta equivocado !

Si yo puedo decir que en mi pais la educacion es gratis es porque mis ancestros pelearon por eso, para que sea reconocido como un derecho universal, y se que sus hijos o nietos podrán decir “Yo tengo un sistema de educación gratis porque mis ancestros pelearon por eso…”

Se acaba mi año de intercambio y volveré a Francia dentro de poco; pero me voy confiado y guardaré toda mi vida en mi mente su ejemplo de optimismo y de determinación. Me voy optimista porque sé que nunca se rendirán, y sé que serán la prueba viva que la juventud es la llave del cambio.

Me siento orgulloso de haberles conocido, de haber conocido a estos estudiantes que nos muestran que aún queda esperanza en este mundo, y que nosotros, los jóvenes, tenemos el poder de mejorarlo.

Gracias y buena suerte !

Tristan Urtizberea
Estudiante de Intercambio en la FCFM