Cristina Fernández de Kirchner eligió Puerto Madryn para dar el discurso de homenaje a los caídos en la guerra de Malvinas. Por esta ciudad chubutense pasaron cerca de 8 mil combatientes de regreso del frente de batalla.

De los cerca de 10 mil veteranos de guerra se han quitado la vida más de los que murieron durante la guerra, de allí que los planes de protección médica y psicológica que ha desarrollado el gobierno han sido recibidos con tanta alegría por los combatientes de Malvinas.

El discurso de la líder argentina dejó algunos temas claves: por un lado el desacuerdo absoluto y rotundo con las guerras y con la violencia en general. “La guerra sólo sirve a los que venden armas” denunció acaloradamente, al tiempo que recordaba la oscuridad que reinaba por las noches en Río Gallegos durante el conflicto armado por el miedo de que la ciudad santacruceña se convirtiera en la Hiroshima argentina.

La presidenta argentina también desaprobó las políticas de negación del diálogo que lleva adelante el gobierno británico que frustran los intentos por negociar y resolver los asuntos referentes a la soberanía sobre las islas del Atlántico sur. Definió a la ocupación militar de estas islas como un resabio de “las lacras más vergonzantes de la civilización humana”, el colonialismo.

Esta actitud colonialista que persiste en la mentalidad británica es la que ha llevado a toda la región latinoamericana a sostener la posición argentina rechazando este retraso cultural que significa que el Reino Unido siga manteniendo diez enclaves coloniales en el planeta. “Esto convirtió la causa de Malvinas en una causa regional contra el colonialismo” enfatizó Cristina Fernández de Kirchner.

Pese a ello la diplomacia argentina no se resigna a dialogar e insiste en sus reclamos de que el gobierno de Cameron acepte las resoluciones de la ONU y se siente en una mesa de diálogo con los representantes de la voluntad del pueblo argentino.

En el cementerio Darwin restan 123 víctimas que “sólo Dios conoce”, como definió la presidenta. 123 caídos NN que están en proceso de ser reconocidos. Los estudios de ADN para identificar los restos son una tecnología de punta que lamentablemente pudo desarrollarse por los estragos causados por la dictadura, recordaba Cristina Fernández. Para más tarde dar precisiones sobre el banco de datos de familiares de caídos que se estaba llevando a cabo para identificar estos restos.

El discurso se cerró con un mensaje hacia todos los argentinos, llamando a la necesidad de aunar esfuerzos para que el país siga avanzando en “la lucha contra la pobreza y la exclusión, los únicos enemigos del pueblo argentino” y continúe firme frente a los vendavales de las crisis que están destruyendo Europa.

Apelando a la entrega de los veteranos de guerra y, la reafirmación del recuerdo y valoración de su entrega, puso en relieve la importancia de la acción por los demás. “A la historia pasan los que se la juegan por los otros”, dijo. Una manera de invitar al conjunto de los argentinos a poner por delante el interés general, el bien común, que los intereses propios o sectoriales.