Desde el lunes 4 de marzo, y durante dos semanas, se buscará definir medidas y políticas globales contra la violencia machista. La comitiva oficial argentina es encabezada por Eva Giberti. Más de 80 ONG de la región alertan sobre la situación en Latinoamérica.

La intervención de Giberti como panelista experta tuvo lugar el miércoles pasado en la mesa “Servicios y respuestas multisectoriales para mujeres y niñas sometidas a la violencia”. Aquí figura el paper que nuestra especialista presentó para sustentar la exposición.

El documento alerta sobre nuevas formas de violencia contra mujeres y niñas, como a través de las tecnologías de la información y la comunicación.

Entre los aspecto del programa Las Víctimas Contra Las Violencias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación que ella coordina, uno muy atractivo para los interesados es la cuestión mediática: cierto ejercicio docente con periodistas para mejorar su trabajo ante temas tan delicados como la trata de personas y los crímenes de género.

El documento detalla las distintas formas de violencia que sufren las mujeres, en el hogar, el trabajo, la política, las cárceles, el sistema judicial, los medios de comunicación y el ciberespacio. Señala el impacto de la violencia de género en la epidemia del VIH y en la salud y los derechos sexuales y reproductivos, de acuerdo a las pocas estadísticas disponibles en la región. Argentina, destaca el relevamiento, se encuentra dentro del grupo de países de la región que avanzó en el marco legal para prevenir y penalizar todas las formas de violencia hacia mujeres y niñas, con la aprobación de la Ley 26.485, la ley de trata, la ampliación de las penas por femicidio, entre otras. Sin embargo, se plantea que estos cambios no resultan suficientes porque las leyes sancionadas no terminan de implementarse y cumplirse efectivamente. En países como Argentina, Chile y Perú, la mayoría de los femicidios es cometido por la pareja, actual o anterior y el lugar más peligroso para las mujeres es el propio hogar, precisa el documento. En la región, se denuncia, los esfuerzos para prevenir el femicidio son inexistentes o inefectivos. A esa situación se suman los obstáculos que encuentran las mujeres cuando quieren acceder a la Justicia.

Nuestra expositora en Naciones Unidas reivindica “las prácticas en terrenos que introdujimos y que tienden a la emancipación de las mujeres, ya sea como resultado de sus padecimientos en la posición de victimas con derechos frente al Estado y frente al mundo, o como apertura para contribuir en las nuevas prácticas políticas y sociales que nos corresponde asumir”.

Giberti aborda la situación de la violencia contra mujeres y niñas, junto con una representante del Reino Unido, Zambia y una ONG de Timor Oriental, entre otras especialistas.