Hoy día 8 de diciembre llevo 159 días en desobediencia civil, desde el 2 de julio hasta hoy.

Hoy no ha pasado nada relevante, el decir nada relevante no quiere decir que no haya hecho nada, pues todo mi tiempo, es decir, las 24 horas del día las dedico a esta campaña, y cuando estoy durmiendo o estoy con mis obligaciones familiares también estoy pensando en cómo mejorar nuestro trabajo, igual que mis compañeros, los dos yay@s y los jóvenes que nos están ayudando.
Hoy os voy a hablar de cooperación, de implicación, de lucha, de inconformismo…y todo eso en una sola palabra: ¡¡HOSTIAS!!, si hostias con un puñetazo en la mesa incorporado, llevamos 4 o 5 meses funcionando los yay@s y seguimos siendo solo tres, y no digáis que no lo sabíais, pues tanto los que andáis por las redes como los alejados de ellas la mayoría tiene que saberlo, o porqué creéis que hemos salido tantas veces en prensa, ¿por vernos nuestra cara bonica? Cada vez que salgo padezco un estrés, pues es una responsabilidad muy grande decir algo incorrecto y que repercuta con consecuencias contrarias a las que nos proponemos, pero seguimos, porque lo que pretendemos que sea un colectivo, sea eso un colectivo importante que tenga peso a la hora de exigir nuestros derechos, y estoy aludiendo solo a las personas mayores.
A esas personas mayores acomodadas en el confort de sus hogares, prepotentes cuando hablan con sus amigos, en el super, en los bares…pero incapaces de hacer nada por impedir este atropello.
A los mayores que aceptan con resignación tener que ayudar a sus hijos en paro, que sus nietos tengan que pasar por colegios adoctrinados en unas ideas fascistas y católicas apostólicas romanas.
Pues bien a todos ellos digo: ¡¡hostias!! Aquí estamos y estaremos hasta que nos maten o nos metan en la cárcel, y no nos llamemos a engaños, luchando por nuestros intereses, y de rebote por los vuestros, pues son los mismos, y lo peor es que como van surgiendo los acontecimientos, por aquí pasareis todos, o morimos en la miseria de una dictadura.

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