El filósofo francés Edgar Morín afirmó en Ecuador que una nueva sociedad está surgiendo en el mundo, a semejanza de un proceso de metamorfosis, aunque es imposible avizorar cómo será.

“Hay que retomar las aspiraciones iniciales del socialismo, del comunismo, el anarquismo y de la ecología”, afirmó Morín en declaraciones exclusivas a Prensa Latina tras presentar en Quito su libro titulado La vía para el futuro de la humanidad.

El también sociólogo de 91 años argumentó en un español fluido que “comunismo significa comunidad, socialismo mejorar la sociedad, anarquismo es la libertad de las personas y ecología, la vida en relación con el ambiente”.

“Esos son los cuatro principios para una nueva política”, sentenció minutos después de ofrecer una conferencia en el teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana ante unos dos mil 500 asistentes, entre ellos un número importante de jóvenes y catedráticos.

En su presentación, el autor de una vasta bibliografía sobre el pensamiento complejo, expuso que es difícil avizorar cómo será una nueva sociedad porque en un proceso de creación no es posible saber.

Expuso que en las Universidades no se enseña qué significa ser humano y, sin embargo, todos viven un destino común, por lo cual tomar conciencia de ello puede permitir llegar a un nuevo estadio de la cultura humana.

Sin embargo, dijo, en la actualidad el desarrollo tiene un lado negativo y uno positivo, por lo que es preciso desechar los vicios y tomar lo provechoso para evitar los procesos que conducen a las catástrofes.

Puso como ejemplo cómo al descubrirse el átomo, no era posible pensar la utilización por el hombre de la energía condensada en esta partícula como un arma de exterminio masivo.

Acotó que la degradación de la naturaleza trae aparejada otros peligros combinados que llevan a la destrucción planetaria.

Por otra parte, señaló que el neoliberalismo económico que se presentó como una ciencia, era más bien una ideología equivocada y cuando una economía no tiene regulación, significa dominación de una especulación financiera sobre los Estados y los pueblos.

La política de la civilización, dijo, es tomar las cualidades de ésta, como los derechos humanos y la democracia, pero también criticar los vicios, en un mundo donde no se enseña en ningún nivel de enseñanza qué es un ser humano.

Manifestó que la especie humana posee los mismos genes, fisiología, anatomía, la posibilidad de amar, sufrir, aunque con diferentes culturas, de ahí la trascendencia de la unidad en la diversidad.

Morín señaló que el desarrollo es un modelo económico que se impone a todos los pueblos sin tener en cuenta esa diversidad de las culturas. “Tomar lo positivo de la mundialización”, sugirió, y, tras criticar el consumismo en sociedades contemporáneas donde domina el dinero, llamó a construir las llamadas economías sociales y solidarias.

En su criterio, cuando un sistema no tiene la posibilidad de tratar sus problemas vitales, o emerge una revolución, una desintegración o la producción de un metasistema, o de un sistema que tiene la posibilidad resolver una situación a través de una “metamorfosis” con la fundación de una nueva sociedad.

Morán también disertó en las últimas horas en Quito en un panel de expertos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales como invitado de honor al evento académico, convocado por la Fundación Guayasamín en ocasión del décimo aniversario de la Capilla del Hombre.