Por Alejandra Paiz

En Argentina muere una mujer cada 30 horas, víctima de femicidio. Esta cifra solo contempla los casos que son denunciados, por eso se estima que el número es aún mayor.

Desde hace unas semanas esta situación fue tomando estado público y es por eso que se ha convocado el miércoles 3 de junio, a las 17 hs, en la puerta del Congreso a una movilización, que se prevé será multitudinaria. Es un gran avance involucrar a toda la sociedad, creando conciencia de que la violencia hacia la mujer es lo primero que hay que cambiar.

Los humanistas planteamos la urgente necesidad de abordar los temas que causan dolor y sufrimiento, indicando que la raíz es la violencia reinante. Sobre la violencia contra las mujeres planteamos que la solución debe ser abordada desde distintas perspectivas y estamentos gubernamentales. Por un lado la desnaturalización de la violencia hacia la mujer, como primer paso hacia un proceso social que termine por instalar valores que vayan en la dirección contraria a la hoy imperante. Es decir, una sociedad que pueda detectar la violencia y condenarla de forma inmediata allí donde esta se dé.

Esto debe darse con educación para la noviolencia, campañas de concientización, seguimiento de los medios de comunicación, incluyendo sanciones a publicidades y/o programas que fomenten la violencia hacia la mujer. El aliento a las empresas que contemplen la perspectiva de género entre sus empleados, comenzando por el Estado en su rol de empleador.

Por otro lado y como medida urgente, vemos la necesidad de la creación de un protocolo de Protección, Resguardo y Contención a la mujer víctima de violencia y a sus hijos, esto es a través de equipos interdisciplinarios que puedan dar una respuesta integral a las mujeres en forma inmediata. Estos equipos deben estar compuestos por profesionales de la salud, abogadas especialistas en el tema, trabajadores sociales para abordar la problemática de la mujer que pueda abandonar al violento y su hogar, docentes y/o profesores de distintos niveles y áreas que puedan aportarle formación a la mujer para poder generar una inmediata salida laboral y, a su vez, una reinserción social, así como miembros de organizaciones sociales que trabajen el tema para acompañar a la mujer en todo el proceso.

Creemos que de este modo podremos comenzar a desandar un camino que se cobra vidas día tras día, que tuerce destinos, que cierra el futuro de muchos y muchas y que es un aporte dentro de una sociedad que está enferma de violencia, expresada de distintas formas y maneras.

La lucha por la plena vigencia de los derechos humanos lleva, necesariamente, al cuestionamiento de los poderes actuales orientando la acción hacia la sustitución de estos por los poderes de una nueva sociedad humana” – Silo- del libro Cartas a mis amigos, IX Carta.

Alejandra Paiz fue candidata a legisladora porteña por el Partido Humanista