Por Pedro Perucca para Notas Periodismo Popular

En el marco de una serie de redefiniciones sobre los museos de la Ciudad, el Ministerio de Cultura encabezado por Pablo Avelluto publicó este martes en el Boletín Oficial una resolución que elimina la tarifa común para todos los museos nacionales, como primer paso para establecer un sistema de recaudación autárquico basado en “bonos contribución” que cada institución fijará independientemente. La medida implica la gratuidad en el ingreso para el público general, pero abre la puerta para que cada museo fije a voluntad del cobro de “bonos contribución” que serán mucho mayores al precio general hoy establecido.

La resolución 268-E/2017 firmada por Avelluto establece la derogación de la Resolución S.C. N° 348/09, del 3 de septiembre de 2009 y sus modificatorias, que establecían una tarifa común para la entrada de todos los 24 museos nacionales, que en ese momento se fijó en cinco pesos y en 2014 se actualizó a 20.

En los considerandos se establece que “es necesario implementar un sistema de administración y gestión de los museos nacionales que permita atender equilibradamente la adquisición de las obras mencionadas y la conservación de los edificios, por una parte, pero sin dejar de estimular al mismo tiempo, una mayor concurrencia del público a dichos lugares”.

El ministro Avelluto, hoy en el ojo de la tormenta por su cuestionada intervención en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) que impulsó la renuncia del presidente del organismo Alejandro Casetta, así como del director de la escuela de cine ENERC Pablo Rovito y de varios funcionarios de segunda línea, sigue impulsando una serie de medidas polémicas en el ámbito cultural.

El pasado 12 de abril, el ministro había presentado en el Museo de Bellas Artes a los nuevos directores concursados para diez museos de la Ciudad de Buenos Aires. En esa ocasión afirmó: “Cuando cambian los gobiernos, el nuevo ministro elige a los directores de los museos. Yo tenía esa potestad, podía hacerlo con criterios profesionales, políticos, pero muy rara vez se hacía por concurso. Quienes venimos de la educación pública sabemos que no hay mejor sistema que el concurso público”.

Luego agregó: “Ahora van a poder cobrar lo que consideren que puedan cobrar, van a tener autonomía económica y una relación con las licitaciones… Tener buenos museos es el desafío de la Argentina, es el principio de una transformación más grande”.

La referencia a “cobrar lo que consideren que pueden cobrar” no fue un dicho al pasar sino parte de un esquema de reforma integral de la política oficial, de un “cambio de paradigma” respecto de los museos nacionales que apunta a convertirlos en “aparatos económicos” que tiendan a autofinanciarse. En ese sentido se deja librado al criterio de cada uno de los espacios la definición sobre las tarifas de ingreso, la posibilidad de asociarse libremente con empresas y buscar recursos a través de concesiones de diversos tipos.

Acompañado por el secretario de Patrimonio Cultural Marcelo Panozzo (ex director de algún Bafici y de la Usina de Arte), Avelluto explicó que en principio se manejan dos posibles niveles para los “bonos contribución” que se deberá pagar para ingresar a un museo: uno similar al que se paga actualmente, en torno a los 20 y 30 pesos, y otro que equivaldría a una entrada de cine (entre 150 y 200 pesos) e implicaría algunos beneficios tales como accesos particulares a muestras, merchandising, etc.

Todo lo así recaudado por cada museo irá a una cuenta bancaria administrada por Cultura para luego ser devuelto a las instituciones de acuerdo al porcentaje aportado. “Lo que aporte cada museo vuelve a cada uno con la posibilidad de ejecutar ese dinero y gastarlo”, explicó Panozzo. Y agregó: “Hasta ahora, eso lo hacían las Asociaciones de Amigos, lo que provocaba que fuera a veces de ayuda y, otras, una competencia de egos, intereses y poder”.

Américo Castilla, antecesor de Panozzo, también presente en la charla, insistió en la importancia de la participación empresarial: “La experiencia que tienen los privados en el manejo y el gerenciamiento de grandes empresas es indispensable que se traslade a estas instituciones sin fines de lucro”.

Para este año, los 24 museos nacionales y los 11 institutos nacionales tienen asignado un presupuesto base de $380 millones con la idea de que puedan sustentarse por otros fondos que eventualmente puedan generar.

A diferencia de lo denunciado en múltiples portales luego de la publicación de la resolución en el Boletín Oficial, no se esta derogando la gratuidad para el acceso de menores y jubilados sino que se establece el ingreso gratuito para todo el público a todos los museos. Pero esto es sólo el primer escalón que habilita a cada institución a fijar el cobro de “bonos contribución” en los valores ya detallados de manera absolutamente independiente y arbitraria, según sus particulares necesidades que, lógicamente, sin el financiamiento estatal, serán cada vez mayores y los obligarán a una búsqueda desesperada de fondos.

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