A poco más de un año de las elecciones generales de 2026 en Perú, una investigación periodística ha revelado que varios partidos políticos usaron firmas falsas para lograr su inscripción oficial. Decenas de ciudadanos descubrieron que habían sido afiliados sin su consentimiento. El escándalo ha expuesto las fallas en el sistema de validación de afiliaciones, y ha encendido las alarmas sobre la legitimidad de nuevas agrupaciones políticas.
Por: Nedelka Tamariz
La alerta llegó desde LinkedIn. Un usuario denunciaba que figuraba como afiliado a un partido político sin haber firmado ninguna ficha ni haber dado su consentimiento. Lo contaba con sorpresa, pero también con indignación. Pronto, su testimonio desencadenó una oleada de comentarios similares: decenas de ciudadanos revelaban haber vivido lo mismo.
Lo que parecía un caso aislado terminó por destapar una práctica mucho más extendida: la afiliación masiva e ilegal a partidos políticos en el Perú. El episodio no quedó ahí. En los días siguientes, el tema se convirtió en noticia nacional y el escándalo estalló con fuerza tras un reportaje dominical que reveló la existencia de una “fábrica de firmas” usada por el partido político “Primero la Gente” para lograr su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Este hecho desató investigaciones en diferentes medios nacionales, lo que ha puesto a partidos políticos como Fuerza Popular, Avanza País, APP, Somos Perú y otras 28 agrupaciones políticas bajo sospecha de haber utilizado firmas fraudulentas para formalizar su inscripción. El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) alertó sobre más de 300 mil registros de firmas observadas en planes de afiliación política y, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) presentó 159 denuncias ante el ministerio Público referidas a firmas no válidas para inscribir a partidos políticos.
¿Cómo funciona la inscripción de partidos en Perú?
Para que un partido obtenga su inscripción legal y participe en las elecciones, debe presentar más de 24,000 firmas de ciudadanos. Estas firmas deben coincidir con los datos del padrón nacional de identidad (RENIEC) y pasar una validación por parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Sin embargo, el sistema tiene graves deficiencias. Las firmas pueden ser recolectadas físicamente, sin verificación presencial, lo que permite que tramitadores o falsificadores inscriban personas sin su consentimiento.
El caso «Primero la gente»: El fraude que destapó el sistema
Uno de los casos más notorios es el del partido Primero la Gente, fundado por Miguel Ángel del Castillo Reyes, hijo del excongresista aprista Jorge del Castillo. Un reportaje reveló que la organización presentó más de 4,000 fichas falsas.
Estas fichas fueron recolectadas por intermediarios que cobraban por cada inscripción fraudulenta. Según testimonios recogidos, se pagaba aproximadamente 6 soles (alrededor de 1.5 dólares) por cada ficha falsa. Muchas de las firmas no coincidían con la rúbrica de los ciudadanos.
¿Qué han dicho las autoridades?
El Jurado Nacional de Elecciones ha presentado más de 30 denuncias ante el Ministerio Público por estos casos. Sin embargo, la legislación peruana no contempla sanciones penales para los partidos, sino únicamente para los responsables directos: recolectores o personeros. Esto significa que un partido puede haber sido inscrito fraudulentamente y seguir vigente si no se prueba dolo por parte de sus dirigentes.
Una crisis de representación política
Este escándalo llega en un momento de alta desconfianza hacia los partidos políticos en Perú. Según encuestas recientes, más del 85% de los peruanos no se identifica con ninguna agrupación política.
Aunque el caso ha recibido amplia cobertura mediática, las deficiencias legales y burocráticas impiden que las organizaciones sean sancionadas con la misma severidad que los ciudadanos afectados. Mientras tanto, estos partidos podrían participar en las elecciones generales de 2026.













