«Nos hemos convertido en expertos del drama», comenta un libanés que vive en Bélgica. De hecho, una vez más, este pequeño país se enfrenta a una dramática explosión que causódaños impresionantes. Con respecto a la ayuda ofrecida por Bélgica, «la ayuda internacional no es suficiente, ¡tenemos que cambiar la clase política!” añade el manifestante, resaltando la corrupción en todos los aspectos. *

Con la finalidad de ayudar lo más pronto posible a la población, el pasado 7 de agosto, el ministro de Asuntos Exteriores y Defensa, Philippe Goffin, anunció que un avión de transporte de la Defensa C130 despegaba, de Melsbroek hacia Beirut a las 20:00, con equipo médico y humanitario para ayudar a las víctimas de la enorme explosión. La devastación es enorme, además de los muertos y heridos, muchas personas se quedaron sin hogar; por lo que también se está transportando equipo de acogida.

Reportaje fotográfico: Igor Pliner

De la misma manera, el gobierno dispuso enviar al Líbano, un equipo multidiciplinario integrado por  miembros de la Defensa Civil especializados en la detección de sustancias peligrosas (medios de detección NRBQ), miembros del componente militar de la Defensa para una evaluación complementaria de las necesidades médicas, la Unidad de Quemados, así como también por algunos expertos encargados de supervisar la misión. Sin embargo, las autoridades libanesas creen que, en este momento, el país ya no necesita más personal de rescate in situ, sino más bien bienes humanitarios.

El vice primer ministro de Bélgica y ministro de la Cooperación para el Desarrollo Alexander De Croo, ha decidido destinar un presupuesto de un millón de euros a la Cruz Roja (CICR) para hacer frente a la emergencia médica local. Se trata de una reorientación de una parte de los fondos humanitarios dentro de la dotación presupuestaria existente. Al mismo tiempo, también está en contacto con las ONG y las organizaciones humanitarias internacionales con la intención de incrementar los esfuerzos humanitarios.

El martes en la noche, el ministro de Asuntos Exteriores y Defensa, Philippe Goffin ya había ofrecido la ayuda de Bélgica al Líbano para superar las consecuencias de la terrible explosión lo antes posible. Tras recibir la solicitud oficial libanesa detallando las necesidades específicas, el ministro Goffin activó de inmediato el mecanismo B-FAST y los técnicos de Defensa, el Servicio Público Federal del Interior, la Salud Pública, Bosa, Asuntos Exteriores y Cooperación para el Desarrollo se reunieron virtualmente para examinar esta solicitud.

Para más información respecto a la difícil situación de este pequeño país, ver el artículo en la página web de Pressenza: https://www.pressenza.com/fr/2020/08/le-liban-nouveau-membre-du-club-de-la-somalie-et-du-soudain-du-sud/


Traducción del francés por Maria Paula Alvarez