Entre el 28 y el 29 de noviembre, Salvador (Bahía) acogió la segunda edición del Seminario Internacional de Comunicación para la Integración. Organizado por el Centro de Estudios de Medios Alternativos Barão de Itararé, una organización que lleva 15 años luchando por democratizar las comunicaciones en el país, el evento reunió a más de 130 participantes para debatir temas como la integración regional, la juventud y la tecnología.
Entre los participantes presenciales y remotos, el Seminario contó con representantes de 11 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, Colombia, Cuba, Estados Unidos, México, Uruguay y Venezuela. También asistieron participantes de cinco estados brasileños, entre ellos Paraíba, Rio Grande do Sul, Santa Catarina y São Paulo.
El encuentro contó con el apoyo del Núcleo de Información y Coordinación del Punto BR (NIC.br), a través del Comité Gestor de Internet en Brasil (CGI.br), además del Sindicato de Bancarios de Bahía, que acogió las actividades en su gimnasio polideportivo.

Foto: Manoel Porto
Luego de las palabras de apertura y bienvenida, a cargo de Felipe Bianchi del Centro de Estudios de Medios Alternativos Barão de Itararé y de Adelmo de Assis Andrade, del Sindicato de Bancarios de Bahía, se desarrolló un primer panel sobre Comunicación y Cooperación en el Sur Global, en el que participaron la presidenta de Telesur Patrícia Villegas, la periodista de CGTN Isabela Shi Xiaomiao, el periodista de HispanTV Brasil Bruno Lima Rocha, Leonardo Attuch, fundador do Brasil 247 y la periodista de RT en Español Michele de Mello (Brasil) – jornalista da RT en Español
A continuación, el segundo panel titulado «La Batalla de las ideas en las Américas hoy» contó con las exposiciones de Vladimir Ríos – Secretario de MORENA en la Ciudad de México y titular de la Comisión de Juventudes, Fernando Buen Abad, rector de la Universidad Internacional de las Comunicaciones (UICOM, Venezuela), desde los Estados Unidos la comunicadora popular y editora de People’s Dispatch Zoe Alexandra y la argentina Florencia Abregú en representación de la Secretaría operativa de Alba Movimientos.

Foto: Manoel Porto
El segundo día del Seminario se inició con la mesa de Comunicación y Juventud, en la que expusieron Camila Modanez. especialista en movilización digital y representante de Barão de Itararé, la escritora y comunicadora aimara Quya Reyna, el editor de El Grito del Sur Sebastián Furlong y desde Venezuela, la artista visual y comunicadora popular Pilar Sivira.

«Cómo hacer frente al poder de las grandes tecnológicas y sus algoritmos secretos» fue la temática abordada por el último panel, en el que participaron Ergon Cugler (Brasil) – coordinador de Barão de Itararé, investigador y autor de «IA-cracia: Cómo enfrentar la dictadura de las Big Techs»-, Patricia Peña (Chile) – profesora de la Universidad de Chile, directora de la Fundación Datos Protegidos y cofundadora de Internet Society-Chile, Gustavo Gómez, director de Observacom, y la secretaria adjunta de Políticas Digitales en la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República Federativa de Brasil Nina Santos.

Foto: Manoel Porto
El cierre del seminario se dedicó a un taller teórico-práctico sobre cómo los medios independientes y comunitarios, los comunicadores populares, los colectivos audiovisuales y los movimientos sociales pueden incorporar, desde una mirada crítica, herramientas de inteligencia artificial para mejorar y agilizar su trabajo diario. Taller que fue dictado por la periodista especializada en futuro e innovación Gabriela de Paula en conjunto con la directora de la revista Diálogos do Sul Global Vanessa Martina-Silva.

Foto: Manoel Porto
Como corolario, se aprobó por unanimidad la Carta de Salvador, declaración que resume las resoluciones de la segunda edición del Seminario y cuyo texto íntegro reproducimos a continuación.
Carta de Salvador
II Seminario Internacional de Comunicación para la Integración
La paz y la vida de los habitantes de América Latina y el Caribe están amenazadas.
Como un animal herido en su insensato afán de conservar la hegemonía unipolar, el imperialismo estadounidense pretende arrastrar a la región al abismo de la guerra. El despliegue belicista, secundado por gobiernos lacayos de extrema derecha, evidencia la fase terminal del ciclo de primacía occidental en el tablero internacional. De allí su peligrosidad y la urgente necesidad de movilización de todas las organizaciones populares para evitar una catástrofe de consecuencias incalculables.
La potencia en decadencia utiliza la violencia generalizada como estrategia para imponer la militarización forzada en la región, instalando la represión, la mano dura y el encarcelamiento de miles de jóvenes como único recurso ante las flagrantes desigualdades sociales que su lógica capitalista ha generado y acentuado.
Pero su arma principal no es su sofisticado arsenal ni su ejército, sino el miedon. Un miedo que se apoya objetivamente en la situación de desamparo e incertidumbre que viven las mayorías, pero sobre todo, el temor que se apodera del alma a través de la difusión intencional que realizan los cañones subjetivos del sistema corporativo de desinformación, los medios monopólicos y las empresas que dominan el espacio digital.
Como en el período colonial, el capital concentrado y parásito quiere seguir viviendo del despojo y la explotación. No vienen solo por nuestros recursos naturales, quieren doblegarnos y aplastarnos apropiándose de nuestro recurso principal: la convicción en las capacidades transformadoras y creadoras de nuestros pueblos para lograr bienestar común y vida digna.
Quieren que nos gane el desaliento, quieren inmovilizar nuestro espíritu de rebeldía frente a la explotación, quieren adormecernos. Quieren dividirnos.
Frente a ello, para vencer al miedo, tenemos que unirnos. Una unidad que contemple y no asfixie la diversidad, que ponga en el centro las necesidades más urgentes de las mayorías populares, que se oponga férreamente a la sostenida segregación, que levante la bandera de una democracia real y soberana, que aspire a transformar de raíz un sistema injusto, violento y depredador.
Una unidad desde los pueblos que renueve los sueños de integración de la región, como herramienta de progreso compartido para todas y todos.
Para avanzar, es preciso ayudar desde la comunicación a fortalecer en nuestros pueblos la fe en su capacidad de cambiar la realidad. De que transformar la indigna situación actual es la única salida posible. Y lo haremos con absoluta certeza en la victoria.
Reconociendo las profundas virtudes de nuestros pueblos, convocamos a la alegría, a la solidaridad, al sentimiento de comunidad, a la colaboración y la creatividad, al entusiasmo y a la renovación de nuestros ideales.
Llamamos también a nuestros pueblos hermanos del Norte a desalojar la tiranía, a librarse de los arrebatos monárquicos y las pretensiones supremacistas.
Reafirmamos la vigencia de luchar por la democratización de la comunicación y el fortalecimiento de los medios independientes, comunitarios y populares e instamos con firmeza a los gobiernos de izquierda y progresistas a colocar esta demanda en el centro de sus agendas políticas nacionales y de integración regional.
Asimismo, reivindicamos la necesidad de promover medidas de regulación de las plataformas digitales hegemónicas, al tiempo que demandamos un decidido apoyo al desarrollo y aplicación de tecnologías soberanas.
Desde Salvador de Bahía, corazón de la resistencia antiesclavista, convocamos a la liberación de las cadenas del capitalismo y del imperialismo, a la liberación de las cadenas del patriarcado, del racismo y toda otra forma de discriminación y violencia.
El presente es de lucha. El futuro es nuestro!
Salvador de Bahía, 29 de Noviembre de 2025
Prioridades para el próximo período:
- Priorizar la agenda de defensa de la paz y de la soberanía en América Latina y el Caribe, garantizando la autonomía política, informacional y territorial de los países latinoamericanos y caribeños.
- Manifestar solidaridad activa con los pueblos de Venezuela, Colombia y Palestina ante los ataques y amenazas promovidos por Donald Trump, reafirmando el compromiso con la autodeterminación y la no injerencia externa.
- Reconocer que avanzar en la integración informacional y comunicacional exige unidad en la diversidad, con respeto a las diferencias políticas, contextuales y de visión entre los países.
- Fortalecer la Comisión de Comunicación para la Integración, responsable de dar continuidad a las decisiones del Seminario y de articular a comunicadores, medios y movimientos comprometidos con el tema.
- Reforzar la lucha por la democratización de la comunicación y por la consolidación de los medios independientes, comunitarios y populares en cada país.
- Defender la Comunicación Pública y enfrentar el desmantelamiento de sus sistemas.
- Ampliar la presencia del tema de la integración regional en los medios de comunicación y en los espacios de activismo digital.
- Establecer mecanismos de cooperación entre medios y colectivos, con intercambio de contenidos, traducciones y colaboraciones periodísticas que promuevan la integración.
- Asumir el debate sobre la regulación de las plataformas digitales como un eje estratégico para garantizar democracia y soberanía.
- Incluir la soberanía digital como tema central en la producción periodística.
- Combatir la desinformación, destacando investigaciones e iniciativas que emergen en el continente.
- Valorar y fortalecer el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA).
- Impulsar alianzas público-comunitarias, ampliando la circulación de la producción de los medios comunitarios en las redes públicas existentes.
- En los países con gobiernos progresistas y democráticos, reivindicar políticas de financiamiento para los medios independientes y comunitarios, incluida la distribución de recursos publicitarios.
- Defender el papel estratégico de TeleSur como canal multiestatal esencial para la democratización de la comunicación continental.
- Buscar líneas de apoyo y convocatorias del Banco de los BRICS para iniciativas de comunicación.
- Articular, en el ámbito de los BRICS, acciones relacionadas con la soberanía digital.
- Incentivar el aprendizaje de portugués y español en las organizaciones involucradas, reduciendo barreras lingüísticas en el proceso de integración.
- Propuestas como la instalación masiva de data centers, sin diálogo con el pueblo y que aumentan nuestra dependencia tecnológica, no deben ser celebradas de manera acrítica. Debemos comprender que la trinchera de disputas del siglo XXI no está en nubes lejanas, sino en galpones con cables y fibras que extraen datos de los países latinoamericanos para entrenar modelos de inteligencia artificial que posteriormente sirven como mira balística en masacres alrededor del mundo, tal como los drones de Israel contra el pueblo palestino.













