La APDHA exige al Ayuntamiento que cumpla la Ley y empadrone sin trabas a todas las personas que residen en Sevilla

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA Sevilla) denuncia que el Ayuntamiento continúa imponiendo barreras ilegales al empadronamiento de cientos de personas que viven en la ciudad, vulnerando su derecho a ser reconocidas administrativamente y dejándolas sin acceso efectivo a ayudas sociales, vivienda pública o cualquier procedimiento administrativo básico y, mucha dificultad para la atención sanitaria.

El padrón es un derecho garantizado por la legislación estatal donde toda persona que reside en un municipio debe ser empadronada, tenga o no domicilio estable. Una persona puede empadronarse, aunque viva debajo de una farola. Pese a ello, el Ayuntamiento de José Luis Sanz sigue exigiendo requisitos imposibles, como una dirección fija o acreditar una permanencia que la propia administración les niega, mientras lanza campañas para aumentar las cifras de nuevos empadronamientos “selectivos” que incrementen las cifras oficiales de población para acrecentar los recursos económicos. Empadrona a quien conviene y excluye a quien no le interesa. Es aporofobia administrativa y exclusión deliberada.

La APDHA advierte que esta práctica se agrava por la falta absoluta de información fiable sobre la dimensión real del sinhogarismo en la ciudad. El último recuento municipal data de 2023, con 716 personas sin hogar, de las cuales al menos 300 dormían en la calle. Desde entonces, el Ayuntamiento no ha vuelto a contar ni a evaluar la evolución del problema, a pesar de que las entidades sociales estimamos que actualmente supera ampliamente las 1.000 personas.

Para la asociación, esta ausencia de datos no es una casualidad. Responde a una estrategia que evita mostrar la brecha entre la realidad y los escasos medios municipales, y poder reforzar así la idea de que el sinhogarismo es un fenómeno puntual asociado al frío o al calor, cuando la realidad es que es un problema estructural, permanente y creciente.

La realidad diaria lo confirma. En Sevilla, cientos de personas siguen durmiendo en portales, cajeros, parques o coches abandonados. Han aparecido situaciones de sinhogarismo en barrios donde antes apenas se detectaban, como La Oliva o el Polígono Norte. Todo ello ocurre en un contexto andaluz donde el 36% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión (AROPE 2024), y en un país donde el INE ha registrado un aumento del 57% en personas alojadas en centros entre 2022 y 2024, llegando a 34.145 personas cada día.

APDHA denuncia también la política municipal de desplazamiento territorial, que concentra recursos en determinados barrios como La Macarena y pretende condensarlos también en otros más empobrecidos como San Jerónimo, Tres Barrios-Amate o Polígono Sur, mientras intenta ocultar la presencia de personas sin hogar en el centro. Esta estrategia, ya cuestionada por el Defensor del Pueblo Andaluz, no resuelve el problema, simplemente lo traslada a lugares donde “molesta menos”.

El impacto del veto al padrón es devastador. Sin empadronamiento, las personas sin hogar no pueden acceder a especialistas, medicación, ayudas al alquiler, vivienda pública o escolarización de menores. Son, a todos los efectos, personas que la administración borra del sistema, aunque vivan en Sevilla día tras día. Sin padrón no existes. Y si no existes, no tienes derecho a nada. Esto no es un fallo técnico: es violencia política.

APDHA exige al Ayuntamiento que cumpla la Ley y empadrone sin trabas a todas las personas que residen en Sevilla, además de poner en marcha una estrategia real y estable contra el sinhogarismo que no dependa de campañas estacionales de frío o calor. La organización reclama vivienda pública, más plazas de convalecencia hospitalaria, equipos de calle, remunicipalización de servicios y una distribución equitativa de recursos por toda la ciudad, también en los barrios de mayor renta.

La calle no es un hogar. Y nadie puede reconstruir su vida si la administración le niega incluso el derecho a existir.