La propuesta de instaurar una asignación monetaria individual, universal e incondicional para toda la población no se lleva a la práctica en Cataluña porque el partido que gobierna la Generalitat, el Partido Socialista de Cataluña, le es claramente hostil.

“Muy a menudo nos encontramos con una pregunta que puede resumirse así: ‘Si esta propuesta es tan buena, ¿cómo es que no se ha puesto ya en práctica?’. Para responderla, creemos que al menos hay que tener en cuenta lo siguiente: distinguir entre las razones a favor de una propuesta y las intenciones de quienes gobiernan”.Por Xavier Godàs, Daniel Raventós y Sergi RaventósLa propuesta de la renta básica (RB), una asignación monetaria individual, universal e incondicional para toda la población, como derecho de ciudadanía, ha sido ampliamente analizada en los últimos años, tanto desde el mundo académico como desde el activismo de todo tipo: feminista, LGBTI, juventud, trabajadores de la cultura, personas con problemas de salud mental o profesionales del ámbito social. La Red Renta Básica, que lleva 25 años promoviendo y difundiendo esta propuesta, cuenta con una página web donde se puede consultar una gran cantidad de materiales.

La difusión y el conocimiento de esta política han atravesado distintos momentos y etapas, como el referéndum sobre la renta básica en Suiza, el plan piloto de Finlandia o la pandemia de la Covid-19. También ha contado con apoyos muy diversos, desde el padrino de la inteligencia artificial y Premio Nobel de Física, Geoffrey Hinton, hasta el recientemente fallecido papa Francisco, pasando por reconocidos investigadores. En los últimos años, también se han llevado a cabo numerosos planes piloto en todo el mundo, que han contribuido a debatir y analizar los posibles beneficios sociales y económicos de esta propuesta.

Pero no todo es de color de rosa en relación con la RB. Quienes defendemos esta política, aunque estamos convencidos de que podría dar respuesta a una parte importante de la crisis social, económica y ecológica que atraviesan nuestras sociedades, nos hemos topado con muros y obstáculos de todo tipo para que la RB sea viable. Veamos uno de los más recurrentes, vinculado a nuestra nación.

Muy a menudo nos encontramos con una pregunta que puede resumirse así: “Si esta propuesta es tan buena, ¿cómo es que no se ha puesto ya en práctica?”. Esta pregunta suele surgir tras una conferencia, debate o seminario sobre la RB. Para responderla, creemos que al menos hay que tener en cuenta lo siguiente: distinguir entre las razones a favor de una propuesta y las intenciones de quienes gobiernan. Que nadie se deje intimidar por las comparaciones históricas que vienen a continuación.

La abolición de la esclavitud en algunos países europeos se logró en un periodo que va desde el primer tercio hasta finales del siglo XIX. En el territorio colonial español no se abolió hasta 1886. ¿No existían buenas razones —y no solo morales— para suprimirla mucho antes? Recordemos que la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se aprobó el 26 de agosto de 1789, un siglo antes, de la mano de la gran revolución republicana francesa. Entonces, ¿por qué no se suprimió la esclavitud hasta fechas tan tardías? Porque las intenciones de quienes gobernaban y los intereses que defendían estaban muy lejos de la abolición. Es evidente.

El sufragio universal masculino no fue generalizado en los países europeos hasta el siglo XX. Antes solo podían votar los hombres ricos o muy ricos. ¿No había buenas razones para implantar el sufragio universal masculino mucho antes? ¿Y el femenino, que fue mucho más tardío? Las intenciones de quienes gobernaban y los intereses que defendían estaban muy alejados del sufragio universal, y no queremos ofender la inteligencia del lector o lectora explicando lo que es evidente.

El derecho de la clase trabajadora a sindicarse no fue reconocido en los países europeos hasta finales del siglo XIX y principios del XX. ¿No existían buenas razones para tener ese derecho muchas décadas antes?

Y la lista podría alargarse mucho: el matrimonio entre personas del mismo sexo, el derecho al aborto, el derecho a morir dignamente, etc. Una vez más, la distinción entre las razones a favor de una propuesta y las intenciones de quienes gobiernan es fundamental. Si a la fuerza de la razón no se le suma la razón de la fuerza, todo queda en buenas intenciones o en luchas fracasadas. Si hoy en día existen derechos y límites a las arbitrariedades de los magnates y de los políticos que los sirven, ha sido gracias “a una serie de revueltas, revoluciones y movilizaciones políticas a gran escala”. No lo dice un revolucionario: lo dice el conocido economista Thomas Piketty. Sentido común. Bertolt Brecht lo dijo de forma más poética: “La injusticia es humana, pero más humana es la lucha contra la injusticia”.

Todo esto viene a cuento porque la pregunta que hacíamos al principio referida a la RB (recordémosla: “Si esta propuesta es tan buena, ¿cómo es que no se ha puesto ya en práctica?”), en el caso de Cataluña, merece un lugar especial. Respuesta basada en hechos: porque el partido que gobierna desde 2024 es claramente hostil a la propuesta. ¿Es muy extremo decir “hostil”? No, es adecuado a los hechos. Recordémoslo. Hace cuatro años, el 24 de mayo de 2021, Pere Aragonès, de ERC, fue investido presidente de la Generalitat de Cataluña. Esto fue posible, entre otras cosas, por el acuerdo de investidura entre su partido y la CUP. En ese acuerdo se incluía, a iniciativa de la CUP, la creación de un Plan Piloto para la instauración de una RB en Cataluña. El PSC hizo y deshizo todo lo que pudo para evitar que se aplicara durante toda la legislatura pasada. Su gran triunfo fue cuando, en el pleno del Parlament de Cataluña para la aprobación de la Ley de acompañamiento de los presupuestos de 2023, el 10 de marzo de 2023, cuando el PSC estaba en la oposición, se votó por mayoría que se retirara la dotación presupuestaria del Plan Piloto de la RB. Lo había conseguido este partido: un gran triunfo.

Justamente, cuando todo estaba preparado, tras el trabajo académico, técnico y político de más de un año, el PSC consiguió frenar el Plan Piloto de la renta básica catalana. Lo logró con el apoyo de toda la derecha y la extrema derecha del Parlament: Junts, el PP, Ciudadanos y Vox. No son precisamente compañeros de viaje para presumir. En el otro lado, las izquierdas de ERC, la CUP y En Comú Podem defendieron, con mayor o menor entusiasmo según el caso, su continuidad. En el programa electoral de las últimas elecciones al Parlament del 12 de mayo de 2024, el PSC exponía claramente: “Cierre de la Oficina del Plan Piloto para Implementar una Renta Básica”. Más claro, imposible.

Pero Illa debía ser investido con el apoyo de ERC si quería ser presidente. ERC puso sobre la mesa la condición de continuar con el Plan Piloto para instaurar una RB en Cataluña. El PSC no ofreció mucha resistencia y lo aceptó. Era evidente para cualquiera que conociera la relación de este partido con la RB que el PSC había aceptado el “seguimiento” de la Oficina del Plan Piloto como un mal menor, frente al objetivo realmente importante: asegurarse la presidencia de la Generalitat. Todo el mundo sabía que el PSC era claramente hostil a la propuesta y, como ahora podemos comprobar, la intención era diluirla una vez en el Gobierno. ¿El PSC, hostil a la propuesta? Si nos atenemos a los hechos, mucho. Las intenciones son difíciles de analizar porque siempre se puede argumentar que “han cambiado”, pero los hechos son evidentes para quien quiera analizarlos. ¿Hechos? Hasta ahora, la Oficina permanece en la más absoluta pasividad pública imaginable (quizás haya alguna actividad interna: no podemos conocer los secretos del palacio de la Generalitat).

Han transcurrido once meses desde la investidura de Salvador Illa y la firma del acuerdo con ERC. En dicho acuerdo, se establecía textualmente lo siguiente:

“El Gobierno de la Generalitat de Cataluña quiere promover un debate público, informado, riguroso y con datos sobre la aplicación de una Renta Básica Universal (RBU) en nuestro país. Por eso, la Oficina del Plan Piloto de la RBU continuará su labor de difusión de la Renta Básica Universal, y el Gobierno actualizará el plan piloto diseñado y evaluado por Ivalua, que ha contado, además, con el asesoramiento del Consejo Asesor para el diseño y organización del plan piloto para implementar la RBU, para adaptarlo al contexto social, económico y jurídico del momento en que se lleve a cabo su implementación durante la próxima legislatura.”

Sin embargo, en estos once meses no se ha promovido ningún debate público sobre la RBU en Cataluña, ni se ha avanzado en la difusión de la propuesta, ni se ha actualizado el plan piloto con el acompañamiento del Consejo Asesor, que, además, no ha sido convocado ni una sola vez en todo este periodo.

Pero, otra vez, hechos: una de las primeras decisiones de la actual Administración sobre la Oficina fue destituir a su director y despedir a un equipo técnico especialmente experto en la materia, y que había formado parte del diseño del Plan Piloto. El nuevo director fue nombrado de inmediato, con un incremento salarial, en octubre de 2024, pero el nuevo equipo técnico, a día de hoy, aún no se ha completado.

Había buenas razones para poner fin a la esclavitud, instaurar el derecho al sufragio universal, conseguir el derecho a la sindicación de la clase trabajadora… pero no hubo fuerza para lograr esas grandes conquistas democráticas hasta mucho tiempo después de haber sido defendidas. Y supusieron luchas legendarias.

Actualmente, la oposición, activa o pasiva, a explorar los efectos sociales de una RB es un comportamiento político claramente conservador por parte del actual Gobierno de la Generalitat. Y, además, lesiona el pacto de investidura. Pero Illa ya consiguió la presidencia. La Generalitat bien vale firmar compromisos que no se cumplen.

(Esta es una traducción y ligera ampliación del artículo originalmente en catalán publicado en https://www.elcritic.cat/opinio/la-renda-basica-mes-que-una-bona-idea-24…)

es consultor en políticas públicas y acción social. Doctor en Sociología, especializado en acción colectiva y movimientos sociales. Es autor del libro «Fer política en l’imperi del jo2 (Eumo, 2024).
es editor de la revista política internacional Sin Permiso y presidente de la Red Renta Básica. Doctor en Economía y profesor titular en la Facultad de Economía y Empresa de la UB, es coautor de En defensa de la Renta Básica. Por qué es justa y cómo se financia (Deusto, 2023).
es doctor en Sociología y trabajador social. Fue Director de la Oficina del Plan Piloto para Implementar la Renta Básica Universal de la Generalitat de Cataluña de 2021 a 2024. Es miembro de la Junta Directiva de la Red Renta Básica.

Traducción: Sermux

El artículo original se puede leer aquí