En el marco del X Simposio Internacional del Centro Mundial de Estudios Humanistas se desarrolló este viernes (9) la mesa redonda titulada “Periodismo No Violento. Una Utopía necesaria”, organizada por la agencia internacional de noticias con enfoque de Paz y No Violencia Pressenza.

Con la clara intención de mostrar la diversidad cultural de Pressenza y su vocación universalista, el panel de expositores contó con la participación de la tunecina Mayssa Issaoui, editora en la redacción en árabe, Md. Biozid Jessorey, especialista en temas climáticos desde Bangladesh, Pía Figueroa, desde Chile, co-directora y co-fundadora de la agencia, Elena Shubina, traductora en la edición rusa y Walker Vizcarra, fotógrafo y activista por la No Violencia, de la redacción Ecuador de la agencia. La moderación estuvo a cargo de Javier Tolcachier, también miembro del equipo fundador.

El comunicador y escritor humanista introdujo la sesión señalando que el periodismo y la comunicación desempeñan un papel crucial en la configuración del imaginario social.

“Sin embargo”, puntualizó, “el sistema actual, impulsado por valores que contradicen la evolución humana, explota sus vastos mecanismos de difusión para perpetuar diversas formas de violencia.”

“Los medios de comunicación y las plataformas digitales controlados por las empresas amplifican el discurso del odio y la desinformación a escala masiva, al tiempo que restringen y violan la libertad de expresión y el derecho humano fundamental a la comunicación”, agregó.

Frente a lo cual se alzan voces populares que exigen profundas transformaciones en la forma en que se produce y comparte la información. En este momento crítico, el periodismo no violento, arraigado en las más altas aspiraciones humanas, emerge como una utopía necesaria, expresó Tolcachier.

A continuación, tomó la palabra Pía Figueroa, quien señaló que “es de gran interés para el periodismo no-violento salir de la agenda dictada por el economicismo y autoritarismo imperante, hacerse eco de la voces provenientes de la base social, de todas aquellas personas y comunidades invisibilizadas o violentadas por el poder; de quienes salen de los discursos oficiales y cuestionan lo establecido, valorando la libertad de pensamiento y de creencias.”

Figueroa enfatizó en la intención de Pressenza de abrir la agenda informativa hacia temas y propuestas que movilizan cambios positivos o muestran actitudes ejemplares de no-violencia en las sociedades y en las personas. Nuevas construcciones que, aunque inicialmente pequeñas, son semillas de esperanza en detrimento de un relato monolíticamente violento y sirven de ejemplo demostración de que otro estilo de vida —sustentable, paritario, inclusivo, pacífico, coherente— es efectivamente posible.

“Al mismo tiempo”, añadió, “es preciso abordar de forma crítica las múltiples situaciones de violencia existentes, apuntando a revelar las que con frecuencia son sus causas estructurales y no simplemente coyunturales. Así como este enfoque considera inaceptable la violencia en cualquiera de sus formas, también aborda la necesidad de incluir la denuncia de la opresión del sistema, como modo de situar los acontecimientos en un contexto que los abarque y ayude a elaborar, difundir y movilizar hacia alternativas de superación.”

“Perspectivas que este periodismo sitúa siempre desde el aliento y la prioridad informativa a la resolución no-violenta de los conflictos. Por ello, insta a incluir también los procesos de reconciliación como noticia destacada, reforzando la necesidad de una crítica enfática a toda forma de venganza, expuesta o sutil.”, precisó la impulsora de Pressenza desde sus mismos inicios.

Dando continuidad al evento, habló Mayssa Issaoui, quien desde un relato de experiencia personal expresó: “Este viaje me enseñó que el periodismo puede ser un medio para promover la unidad, en lugar de la división, y para inspirar esperanza y acción en lugar de desesperación y pasividad. El periodismo que promovemos busca empoderar a la gente para que visualice y trabaje por un mundo en paz. No es simplemente un método de informar sobre las noticias, sino un movimiento que pone los derechos humanos en el centro y la no violencia como esencia.”

Con una Maestría en TESOL (Enseñanza de Inglés a Hablantes de Otros Idiomas) y desde su condición de integrante de la redacción en árabe, señaló la importancia de esta labor en esa región cultural. “Pressenza se convirtió en un medio para garantizar que las voces de la región de Oriente Medio y Norte de África se escuchen más allá de sus fronteras, al tiempo que se garantiza que las luchas y soluciones mundiales sean accesibles al público de habla árabe.”, precisó.

“La región ha padecido conflictos, desigualdad e inestabilidad política, en gran parte impulsados por fuerzas externas que buscan dividir y dominar. Las causas profundas de esta inestabilidad se remontan a siglos de guerra, dominación y corrupción. Sin embargo, a pesar de estos retos, el pueblo ha demostrado una increíble resistencia, apoyo mutuo y un fuerte sentido de la solidaridad.”, agregó.

Como tunecina, Issaoui destacó el impacto de la revolución de 2011 en su país y en toda la región de Oriente Medio y Norte de África. “Túnez fue un ejemplo que mostró al mundo lo poderoso que puede llegar a ser el deseo de libertad y dignidad. A través de la acción colectiva y de medios pacíficos no violentos, el pueblo tunecino demostró al mundo que es posible cambiar décadas de opresión mientras la gente crea en la causa por la que lucha y trabaje unida por el bien común.”

Hacia el final de su intervención, una frase quedó resonando en el auditorio: “En un mundo en el que los medios de comunicación se convierten a menudo en armas, el periodismo no violento se convirtió en un acto radical de esperanza y rebeldía”.

A continuación, intervino desde Bangladesh Md Biozid Jessorey, quien inició su exposición narrando desde su natal Khulna – situada al suroeste del pais, a 270 km de la capital, Dacca – cómo fue testigo directo de los efectos devastadores del cambio climático: olas de calor intensas, ciclones frecuentes, inundaciones y fuertes tormentas. “He visto cómo los ríos erosionaban la tierra, dejando a muchas personas sin hogar. He visto cómo agricultores perdían su medio de vida a medida que el nivel del mar subía y la salinidad invadía las tierras que antes cultivaban.”

Biozid subrayó que el cambio climático ya no es sólo un problema medioambiental, sino que también está profundamente relacionado con conflictos sociales, económicos e incluso violentos.

“El cambio climático no es un problema lejano o abstracto, sino una crisis global que ya está transformando nuestro mundo. Sus efectos se dejan sentir en todos los continentes, desde la subida del nivel del mar hasta fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones e incendios forestales. Estamos viendo alteraciones en los ecosistemas, una amenaza para la seguridad alimentaria, la rápida propagación de enfermedades y un riesgo cada vez mayor para las comunidades costeras, como la mía, que ya corren el riesgo de ser desplazadas. Estas consecuencias suelen provocar pérdidas económicas y humanas, creando efectos dominó que se extienden por toda la sociedad.”

“A medida que aumenta la temperatura global y escasean los recursos vitales, asistimos a un aumento de los conflictos y las desigualdades. El cambio climático se ha convertido en un motor directo de la violencia social y económica, especialmente en regiones que ya son frágiles. La escasez de recursos, los desplazamientos y la creciente desigualdad económica contribuyen a esta crisis creciente.”, avanzó el redactor de Pressenza en su análisis.

En términos de caminos para abordar esta crisis severa, el especialista y activista bangladesí propuso un enfoque multifacético, que apunte primeramente a mitigar los efectos del cambio climático para evitar que se agraven, incluyendo la transición a fuentes de energía renovables, la promoción de prácticas sostenibles de gestión de la tierra y los esfuerzos de conservación para preservar los ecosistemas y la biodiversidad.

Asimismo, garantizar que las comunidades más vulnerables al cambio climático dispongan de recursos, conocimientos y todo el apoyo necesario para resistir a las perturbaciones medioambientales.

Abordar las causas profundas de la desigualdad social y económica es fundamental para prevenir la violencia ante el cambio climático, dando prioridad a políticas económicas equitativas, proteger los derechos de los grupos marginados y fomentar el desarrollo sostenible mediante procesos de toma de decisiones inclusivos.

“Esto requiere una acción colectiva, un enfoque en la justicia y la equidad, y un compromiso para construir un mundo más resistente y pacífico para todos.”, concluyó el activista.

La traductora y editora de Pressenza en ruso, Elena Shubina, trazó por su parte un profundo testimonio de su participación en la agencia.

“Una de las excelentes ventajas de la agencia es la forma en que se construyen las relaciones y actividades dentro del equipo, donde los principios proclamados se implementan en la práctica. A cada participante se le da la oportunidad de mostrar su iniciativa y aportar su propia visión e ideas.”, indicó.

Estas relaciones son un excelente ejemplo de cómo una Nación Humana Universal puede organizarse. Esta es una prueba práctica de que la paz puede existir, que el ser humano puede ser un valor supremo y como un sistema de organización puede estar subordinado a sus intereses. Un gran ejemplo, absolutamente real, que la creatividad, el amor, la cooperación y la interacción creativa entre las personas pueden existir en el mundo, agregó Shubina.

Luego de destacar la absoluta independencia financiera de la agencia, lo que le permite libertad editorial y apertura en la expresión de ideas sin presiones externas, Elena pasó a resaltar los aspectos espirituales en la agenda de Pressenza.

“La espiritualidad es una fuerza impulsora que revela el potencial de cada persona, ayudándole a realizarse a sí misma, sus necesidades, el sentido de su vida, su valor y lugar en este mundo. El sentido de su existencia despierta en cada uno los sentimientos más elevados como el amor, la compasión, la misericordia y la cooperación.”, proclamó.

En un pasaje fuertemente testimonial, Shubina manifestó de qué manera el Mensaje de Silo, se convirtió en una guía “que me ayuda a cambiar mi vida, a desarrollarme espiritualmente y encontrar respuestas en situaciones problemáticas. Al conocer el Mensaje y las personas que siguen sus enseñanzas, mi vida cambió por completo.”, expresó.

“Las comunidades de sus seguidores, que se encuentran en casi todos los países del mundo, son una excelente prueba de su eficacia y profunda sabiduría. El Movimiento Humanista nació de las enseñanzas de Silo y forma la base de los principios de Pressenza. Para mí, esta es la herramienta que necesito, me gustaría centrarme personalmente en ello y presentarlo al mayor número de personas posible.”, abundó.

“Me alegro mucho que Pressenza haya decidido incluir al desarrollo espiritual como una de sus áreas de cobertura informativa”, significó a continuación la editora rusa, a lo que agregó su intención de hacer llegar al mayor número posible de personas en Rusia artículos basados en el Mensaje de Silo, materiales que reflejen los aspectos psicológicos de la personalidad y que ayuden a desbloquear el potencial interior de cada individuo.

Finalmente cerró el panel Walker Vizcarra, quien ejemplificó el modo en el que el reportaje fotográfico hace su contribución a la construcción de una narrativa no violenta e inclusiva.

“En un contexto global de crisis social, económica y política, los reportajes fotográficos pueden servir para amplificar las voces de los que históricamente han sido silenciados e invisibilizados… Esto implica un compromiso consciente con la diversidad de perspectivas y una toma de posición ética frente a la violencia y la discriminación. Fotografiar los conflictos, las injusticias y las violencias estructurales no es suficiente si no vamos más allá y tratamos de ofrecer una mirada que también apunte hacia las soluciones y las alternativas pacíficas.”, precisó Vizcarra.

Desde una militancia humanista de décadas, el también editor de la redacción Ecuador  explicó: “En Pressenza, creemos que el verdadero poder de la fotografía radica en su capacidad para humanizar y transformar. Cada foto que tomamos tiene el potencial de cambiar la forma en que las audiencias perciben a las personas, los conflictos y los problemas. En lugar de reducir a las personas a víctimas o estereotipos, nuestro enfoque busca destacar su dignidad, su lucha y sus esfuerzos por superar la violencia, no solo la física o armada, sino también la religiosa, económica, racial, de género, psicológica y moral. Así, nuestra práctica fotográfica se convierte en una acción transformadora que no solo documenta, sino que también construye una nueva realidad, una más inclusiva, igualitaria y respetuosa de los derechos humanos.”

Ahondando con precisión en el modo de concebir la producción gráfica, Walker expresó:  “La forma en que decidimos representar a los pueblos, las comunidades y los individuos en nuestros reportajes fotográficos no debe perpetuar los estereotipos, sino que debe mostrar las diversas capas de la experiencia humana, reconociendo la dignidad, la resistencia y la humanidad de cada ser, independientemente de su origen, género o condición social. Lo que implica cuestionar las representaciones convencionales y romper con las imágenes que suelen ser repetidas en los medios, aquellas que reducen a las personas a simples cifras o víctimas. Nuestra fotografía debe mostrar la complejidad de la vida humana, con sus tensiones, pero también con sus momentos de conexión, lucha y transformación. Al hacerlo, ofrecemos una visión más completa de la realidad, que no se limita a la imagen de la violencia, sino que también abre espacio para la esperanza, la reconciliación, la utopía y la construcción de futuros posibles.”

Finalmente, concluyó subrayando el poder transformador del reportaje fotográfico. “Cada imagen tiene el potencial de desafiar las percepciones dominantes, abrir nuevas formas de pensar y contribuir a la construcción de una realidad más justa. Como fotógrafos comprometidos con una visión humanista, nuestro trabajo no solo documenta los hechos, sino que también juega un papel activo en la creación de una narrativa que valore la diversidad, la paz y la no violencia.”

“En Pressenza, buscamos que nuestras imágenes no solo sean un testimonio del sufrimiento, sino también una representación de la esperanza, la resistencia y el cambio. Elegimos fotografiar aquellos momentos que, aunque a veces pequeños, son semillas de transformación social. Estas fotografías, lejos de ser simples instantáneas, son una invitación a la acción y al cambio, un recordatorio de que otro mundo es posible si elegimos ver y compartir las historias de quienes están trabajando por ese futuro.”

Así se cerró la presentación de la agencia internacional de noticias Pressenza, ciertamente un ejemplo significativo del título que enmarca al presente Simposio del Centro Mundial de Estudios Humanistas: “Utopías en Marcha. Caminos hacia la Nación Humana Universal”.