Por Humanistas de Carabanchel

El pasado sábado 12 de abril se celebró en Madrid, convocado por la asociación Iniciativa Republicana Española, un encuentro para poner en común posturas de distintos grupos sobre la OTAN y sobre el plan de rearme promovido por la Presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyden.

En la mesa estuvieron como participantes Arturo Viloria, del Partido Humanista, Sandra Menéndez, de Recortes Cero, Antolín Pulido, de la Asociación Brigadista por la Paz y Pedro Mayor Calvo, de Iniciativa Republicana de España.

Todos los ponentes coincidieron en puntos fundamentales sobre la situación.

Primero

España debe salir de la OTAN, una organización subordinada a los intereses de los EEUU, que prioriza los objetivos de dominio mundial de este país y de una trayectoria marcadamente agresiva y belicista. Esta organización no garantiza la seguridad de España, al contarario, el escudo antimisiles de Rota hace al territorio español objetivo militar de otros países.

Segundo

El plan de rearme elaborado por Von der Leyden se sitúa en la misma lógica atlantista, no rompe la dependencia tecnológica respecto del complejo militar industrial norteamericano, y tampoco prioriza una autonomía de la Unión Europea. De nuevo los estados miembros se endeudarán para beneficio de la industria militar norteamericana, que se desembarazará del armamento más obsoleto y seguirá controlando a los ejércitos europeos.

Tercero

Que los dirigentes de los Estados Unidos, Rusia, Israel, Francia, Reino Unido, etc., responsables de llevar ala guerra. Al desastre y al genocidio a poblaciones enteras, no actúan para acabar con las guerras, al contrario, en un sistema donde el máximo valor es el dinero, la guerra es un negocio. Solo los pueblos pueden cambiar la dirección de estos acontecimientos.

Por ello es urgente potenciar y desarrollar en las poblaciones una conciencia de la no violencia, que rechace todas las formas de violencia, sea física, racial, económica, psicológica o de género. Si esa conciencia existiera, no se tolerarían los bombardeos ni las matanzas de poblaciones indefensas.

Cuarto

Existen algunos antecedentes positivos en nuestra historia que fueron en buena dirección. En la Segunda República, la Constitución de 1931 renunció expresamente a la guerra como medio de resolución de conflictos.

¡Salud, acierto y República!, decían aquellos republicanos que imaginaron un mundo sin guerras.