Cuando se aproxima la celebración de la 88 Convención Bancaria, los próximos 8 y 9 de mayo en Nuevo Nayarit-Vallarta, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, a pregunta expresa de
una reportera en la mañanera del Pueblo, confirmó su asistencia, agregando que le ha encargado a Edgar Amador, Secretario de Hacienda, que platique con la banca tanto comercial como de
desarrollo, con la intención de que bajen las tasas de interés para dinamizar la economía.

Dijo que a pesar de que el Banco Central de México (Banxico), disminuyó en 50 puntos base la tasa de referencia quedando en 9%, luego de que en febrero de 2024 alcanzó su máximo de 11.25%, el
acceso a un crédito para las pequeñas y medianas empresas, sigue siendo muy complejo.

La Asociación de Bancos de México, que organizará el evento bajo el lema “La Banca y su aportación al desarrollo de México”, ha sido prudente en su respuesta, en cambio otros ya pusieron “el grito en el cielo” como los directivos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), que en comentarios más viscerales y políticos, no dejan de lamentarse por las transformaciones que están
ocurriendo en nuestro país: “No se bajan las tasas por voluntad ni por decreto”. Dicen que se ve muy lejana esa intención debido a la aprobación de la reforma al Poder Judicial (¿?); otros señalan como obstáculo, una cultura de pago ineficiente, “Si hubiera una buena cultura de crédito, entonces tendríamos costos de la banca más bajos en estos rubros”.

En otras épocas, los altos funcionarios, políticos y burócratas eran intocables, moral y jurídicamente. Infalibles ellos, que a veces llegaban desde las alturas a saludar al pueblo. Esa casta terminó
erosionada y sin credibilidad. Algunos empresarios eran políticos y a la inversa, la mayoría despilfarradora y mal capacitada, hasta antes de los 80 ́s, luego vino su redención con el neoliberalismo, empresarios pragmáticos, unos conversos y otros más jóvenes, por formación. El resultado fue desastroso, la más profunda corrupción hasta la llegada de López Obrador que se dio a la tarea de separar el poder político del poder económico y hubo una considerable disminución, por lo menos, en las altas esferas del poder.

Hoy los políticos y empresarios están bajo la lupa pública, pero a los que nadie toca ni con el pétalo de una rosa es a los bancos y es momento de cuestionar sus procedimientos, su papel en la historia y su función en la sociedad.

Hace mil años, en la Roma antigua, se empezó a vender seguridad, le entregaban un documento, un papel a cambio de una cantidad de dinero a algún comerciante que recorriera un camino y pudiera ser asaltado en el trayecto, al llegar a destino, le devolvían su dinero con el correspondiente descuento por interés. En el periodo de la revolución industrial, la banca comenzó su papel de
intermediaria, que generara endeudamiento y de apropiación de unidades productivas. Financió guerras como las napoleónicas y endeudó a los bandos bélicos en otras tantas.

Históricamente, la Banca se ha conducido con más agilidad que el resto de los agentes, sobre todo más que los Estados Nacionales que quedaron limitados administrativamente cuando llegaron los
reacomodos regionales y los desplazamientos de bienes, servicios y personas. El Capital Financiero Internacional, cabildeó con los grandes órganos administrativos de los países para alinearlos a sus
intereses. En el poder legislativo, corrompió bancadas de partidos que recibieron sobornos para aprobar leyes a su favor; al poder judicial, lo convirtió en el instrumento letal de saqueo y despojo,
cuando por alguna razón, los congresos y gobiernos, no ejecutaban sus dictados. Todos, por supuesto, muy dóciles y manipulables, fueron adoctrinados desde los medios de comunicación.

Hasta aquí, algunos dirán, bueno detente, esa es la parte negativa pero los bancos dan crédito a la industria y a empresas que generan empleo y además financian bienes de consumo como el
automóvil, los enseres o hasta una casa. Aquí se está señalando a las instituciones financieras por su voracidad y por el abuso en el cobro de intereses, lo que les ha permitió doblegar a países, empresas y organizaciones. Las familias, los jóvenes, los estudiantes, no se han salvado del encadenamiento de la deuda. La República Argentina, es la evidencia reciente y fresca, ha recibido 12 mil millones de dólares de un paquete de 20 mil, que son préstamos del FMI para sanear su Banco Central, a una tasa de interés de 6.47%. Desglosado, incluye tasa base de 3.12% más un margen básico de 0.60%, una sobretasa por monto de 2% y una sobretasa por plazo 0.75%, según cálculos de Romano Group. Y llegarán otros fondos de disponibilidad libre por parte del Banco Mundial, BID y privados. Y por supuesto, estos organismos internacionales, dictarán las políticas internas a seguir para que el país pueda cumplir con los pagos.

La Pandemia propició una espiral inflacionaria a nivel mundial en el año 2020 y en México se decidió utilizar desde 2021, el instrumento de política monetaria que fue subir la tasa de interés para mitigar tal espiral, pasó de un 4% a 11.25% en 4 años. Pero eso impactó en el incremento de la deuda pública y por lo tanto en el costo financiero, de tal manera que en 4 años se han abonado 4 billones 401 mil 410 millones de pesos, solo para el pago de intereses, en cifra redondeada, unos 220 mil millones de dólares. A esto bien se le puede llamar una dictadura financiera o una forma de esclavitud moderna.

¿Qué harían tantos países marginados del Sur global con estos recursos? ¿Cuánto se podría invertir en rubros como investigación y desarrollo, educación, salud, vivienda, infraestructura y en el combate a la pobreza?

Siguiendo con México, país en donde los bancos obtienen ganancias superiores a los de su origen, los 50 bancos que operan, alcanzaron ganancias en 2024, por 289 mil 407 millones de pesos o 14 mil 500 millones de dólares. Y de esta cantidad, el 80% la concentran 7 bancos. Los ingresos totales de la Banca Múltiple solo por intereses, fueron de 1.8 billones de pesos, 90 mil millones de dólares.

El financiamiento para adquirir bienes de consumo es variado y alto. Para tarjetas de crédito, la tasa promedio general que los bancos comerciales aplican, es de 39.05%, para préstamos de nómina es de 26.98%, en créditos personales y microcréditos se eleva hasta 43.82%, si alguien necesita un coche, la tasa promedio es de 13.87% y la más baja es de 9.75% para el crédito hipotecario.

Otra función en la que los bancos comerciales son auxiliares, es en el cobro de impuestos a los contribuyentes para agilizar la recaudación, sin embargo, la Tesorería de la Federación, reportó en
septiembre de 2024, que el dinero recibido era retenido durante varios meses (dinero que genera intereses) o definitivamente, los bancos no lo transferían a la tesorería, se lo robaban; hasta esa
fecha, había 18 mil incumplimientos. A decir de la Revista Contralínea que está dando seguimiento, los bancos en México hacen lo que quieren porque las leyes son muy flexibles. En el periodo
neoliberal, el Estado débil lejos de reforzar la regulación sobre estas entidades, les ofreció facilidades, condonó impuestos y hasta los rescató de la quiebra. Pero no solo aquí, como bien declaró el
economista español, Marco Antonio Moreno cuando el Banco Central Europeo (BCE), inyectó en 2011, 1.5 billones de euros a 1200 instituciones bancarias a tasa de 1%. “La banca de occidente es
muy dependiente de la inyección del dinero barato, una autentica yonqui (adicta) del dinero fácil”.

De un gobierno humanista, lo menos que podemos esperar es que pidan a los banqueros que reduzcan las tasas de interés. No se puede esperar mucho por parte de ellos, pondrán sobre la mesa
explicaciones técnicas que involucran a ahorradores, inversionistas, costos operativos, costo del dinero, riesgo crediticio, cartera vencida, entorno del mercado, etc. Pero los números dicen mucho
sobre los márgenes de ganancia entre la tasa activa (la que cobran por prestar) y la tasa pasiva (la que pagan por los depósitos).

No fue una exageración como algunos calificaron, cuando el Nuevo Humanismo en la carta no.6, expresó: “…hasta el Estado nacional requiere para sobrevivir del crédito y el préstamo. Todos mendigan la inversión y dan garantías para que la banca se haga cargo de las decisiones finales. Está llegando el tiempo en que las mismas compañías, así como los campos y las ciudades, serán propiedad indiscutible de la banca; el Gran Capital puede disponer a gusto de los recursos naturales y sociales. …Y así como ha vaciado a las empresas y a los estados, ha vaciado a la ciencia de sentido convirtiéndola en tecnología para la miseria, la destrucción y la desocupación.”

La usura y la especulación, desde hace tiempo, han sido tema de debates jurídicos, de leyes y jurisprudencias. En las principales religiones del mundo, inclusive la condenan como en la Sharia que
es la ley islámica y está apoyada en el Corán. En el judaísmo y cristianismo, antiguo y nuevo testamento, desaprueban la práctica de cobrar intereses exorbitantes. Lo mismo en el hinduismo y
budismo.

Al inicio de este 2025, año santo de jubileo, según tradición católica que se celebra cada 25 años, el Papa Francisco, pidió condonar las deudas de países pobres. Aunque los destinatarios de su
mensaje fueron los gobernantes de países con tradición cristiana, es una alusión a los dueños del dinero, las palabras de Francisco fueron: “El primero en perdonar las deudas es Dios y nos pide
traducir este perdón a nivel social, para que ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo sea aplastado por las deudas”.