Javier Belda.-

“Lo que está pasando en Palestina no es soportable”, comenta mucha gente; por lo que optan por apartar su mirada. Sobre todo no es soportable para quienes pasan la noche hambrientos y aterrorizados con el sonido de las bombas de fondo.

Por la mañana desentierran los escombros de las viviendas destruidas y aparecen los cadáveres de familias abrazados entre sí.

Los enfermos y los quemados van a parar a hospitales de los que después son desalojados por el ejército invasor.

Las cifras tampoco son soportables. Nos quedamos sin palabras. No es guerra, es GENOCIDIO. La cifra global de víctimas en el enclave palestino como consecuencia del genocidio israelí ascendió a 34 mil 596 muertos y 77 mil 816 heridos, además de toda infraestructura destruida. A medida que pasen los días estas cifras seguirán creciendo a un ritmo cada vez mayor.

Expertos en desminado de las Naciones Unidas dijeron a finales del mes pasado que despejar los escombros y dejar la Franja de Gaza a salvo de bombas sin detonar podría consumir el equivalente a 14 años de trabajos con 100 camiones.

El ejército sionista sigue insaciable sembrando el terror y la destrucción, ahora en Rafah. Los cadáveres comienzan a aparecer como en el centro de Gaza. De nuevo, el escenario dantesco de cuerpos fragmentados, niños colgando de una ventana enzarzados entre los restos de una casa.

La invasión sionista en Rafah se efectuó inmediatamente después de que Hamás informara a los mediadores egipcios y cataríes que aceptaba de la propuesta de alto el fuego.

Sam Rose de UNRWA explica en la cadena ‘Al Jazeera’ lo que significa que el ejército de ocupación israelí haya tomado el control del cruce fronterizo de Rafah, la única puerta de Gaza al mundo exterior.

El Gobierno israelí autoriza por unanimidad el cierre de ‘Al Jazeera’ en Israel. Se trata de silenciar lo que no puede ser silenciado. Tráfico de órganos y cualquier cosa horrible que puedas imaginar OCURRE REALMENTE en Gaza.

Convoyes de ayuda humanitaria con destino a Gaza son atacados por turbas de colonos israelíes, que además agreden a los conductores del convoy.

Mientras tanto jóvenes y no jóvenes se levantan en todo el mundo en protestas no-violentas

La policía alemana ataca brutalmente a la manifestación pro Palestina en la Universidad Libre de Berlín.

La diputada australiana Gabrielle de Vietri fue suspendida del Parlamento victoriano por negarse a quitarse su keffiyeh palestina.

Una joven palestina graduada de Harvard procedente de Gaza encabeza las manifestaciones pro Palestina en el campus, ya que perdió a más de 120 miembros de su familia desde octubre debido a los ataques de ocupación israelíes en Gaza.

En la Universidad de Harvard después de la amenaza a cientos de estudiantes con la suspensión inmediata por protestar pacíficamente por Gaza, los estudiantes encabezaron una marcha hacia la casa del presidente interino Alan Garber con un llamado a la desinversión en el genocidio israelí.

La policía francesa reprime y ataca las manifestaciones pro Palestina en Sciences Po Paris.

Según London Student Action for Palestina, estudiantes de 14 universidades del Reino Unido han establecido campamentos de solidaridad con Gaza.

En EEUU hay alrededor de 200 universidades en rebeldía contra la política de apoyo al GENOCIDIO por parte del gobierno. Hemos visto a los estudiantes y a profesores golpeados brutalmente por la policía y más de 2.000 detenidos.

La marea de protestas se extiende por todo el mundo, devolviéndonos un poco el registro de humanidad que hemos perdido por el camino, desde los países árabes hasta Japón, Australia, Canadá, el sur de Europa…

El lunes Washington dijo que suspendía el envío de armas a Israel. Evidentemente se trata de un simple lavado de imagen en la pre-campaña electoral. Pero el caso es que Israel ya obtuvo armas de su cómplice estadounidense en el último año por un valor de alrededor de 35 mil millones de dólares. Con este potencial puede bombardear el Líbano y Siria, etc. mientras aniquila la vida en Rafah.

El gobierno estadounidense tiene las manas sucias de la sangre de los palestinos al vetar las resoluciones de alto el fuego en Gaza. Rusia lo ha dicho alto y claro, por voz del presidente Vladímir Putin, del ministerio de asuntos exteriores y de Vasili Nebenzia, embajador de Rusia ante las Naciones Unidas.

La actitud de Rusia no puede ser más clara en la cuestión del Palestina, lo cual va más allá de lo grande que sea un país y de los intereses intrincados económicos e históricos que pueda tener con el pueblo judío. Se trata de una cuestión moral, por encima de cualquier otra coyuntura.

Hasta aquí este relato incompleto de la jornada de ayer martes. Muchos lo seguimos a diario, porque nos hemos propuesto no apartar la mirada. Lo hacemos junto a otros amigos “informadores libres” con los que nos abrazamos. No es un tema menor –en lo existencial– tener amigos a quienes abrazar con la fuerza de compartir un mismo paisaje en un determinado momento.

*El presente artículo ha sido publicado en la web del IHPS con el título: Palestina. Una pequeña historia en medio del desastre cotidiano. Pueden continuar con la lectura en el enlace.

El artículo original se puede leer aquí