Qué razonamientos tan estúpidos hacen los defensores del actual gobierno ecuatoriano.

Todas las tiranías, todos los gobiernos antidemocráticos les formulan acusaciones criminales a los opositores. En Chile, todos o casi todos los que nos asilamos, teníamos procesos penales. Yo misma tuve varias querellas en las que la dictadura me acusaba de cualquier cosa y de todo, pero eso no fue inconveniente para que la Embajada de Panamá me diera asilo.

El país asilante no tiene por qué saber y menos ponerse a averiguar si el solicitante de asilo es culpable o no.

El derecho de asilo, la Convención de Viena que regula las relaciones diplomáticas, son sagrados y todos los gobiernos y pueblos latinoamericanos los respetan y los cuidan. En especial el pueblo y el gobierno mexicanos, sea el gobierno que sea, son los mayores defensores del asilo. Sólo para irnos al Siglo XX, tenemos que acordarnos de los republicanos españoles, de los chilenos, los argentinos, los brasileños y muchos otros que fuimos acogidos en México con todo afecto y respeto, nos dieron trabajo, educación para nuestros hijos sin preguntarnos nada, sin considerar si habíamos sido juzgados o condenados por las respectivas dictaduras.