Volvemos a 2008. Según lo que supimos unas horas después y lo que se detalla en el documental posterior de Panagiotis Evaggelidis, el difunto alcalde de la pequeña isla de Tilos, Tasos Aliferis, celebra un matrimonio civil con dos parejas del mismo sexo en el ayuntamiento, basándose en una interpretación de profesores de derecho constitucional de la Constitución entonces vigente, que no establece claramente que el matrimonio sea entre un hombre y una mujer. Siguió una larga batalla judicial sobre la anulación de los matrimonios. Pero ya había comenzado la cuenta atrás y el reconocimiento oficial del matrimonio civil entre parejas del mismo sexo.

El Parlamento griego votó ayer a favor de la igualdad en el matrimonio entre parejas del mismo sexo y el derecho al reconocimiento de sus hijos, con un amplio consenso entre los partidos políticos democráticos y 176 votos a favor. El proyecto de ley fue presentado por el gobierno de derechas, Nueva Democracia, en un intento:

  • de ganarse a una parte del centro conservador, que lleva varios años sin representación gubernamental,
  • de responder a una de las cartas fuertes del nuevo líder de SYRIZA, Stefanos Kasselakis (abiertamente gay y recientemente casado en el extranjero con su pareja),
  • de añadir un signo positivo a la mezcla de cohesión social tras unos cinco años de represión y supresión de una serie de derechos (acceso a la vivienda, al empleo, a la sanidad, a la educación, etc.) No es casualidad que ese mismo día el movimiento estudiantil volviera a salir a las calles de Atenas contra las iniciativas legislativas del gobierno para la privatización de la enseñanza superior y la degradación de la enseñanza pública.

El proyecto de ley fue recibido con comentarios positivos, que sin embargo habían destacando claramente sus puntos débiles, por representantes de la comunidad LGBTQ+ en sus intervenciones públicas y en el debate que tuvo lugar en las comisiones competentes del Parlamento heleno, hace unos días.

La igualdad en el matrimonio entre personas del mismo sexo llega tras los actos legislativos introducidos por el gobierno de SYRIZA sobre la unión civil (2015) y sobre el reconocimiento legal de la identidad de género (2017). Grecia se convierte en el 35º país del mundo en legalizar el derecho al matrimonio para las parejas del mismo sexo y el reconocimiento de sus hijos.

Miles de personas del colectivo han luchado de diversas formas por la visibilidad y los derechos a lo largo del tiempo en Grecia. Pero creo que la nueva Ley debería dedicarse a la memoria de Tasos Aliferis, a la memoria de las dos mujeres que contrajeron matrimonio civil en Tilos, Evangelia y Olga-Marie, que ya no están con nosotros, y a la valentía del matrimonio de Tilos, Dimitris y Themis.

 

Traducido del inglés por David Meléndez Tormen