Resulta muy conocido en todo el mundo el Kremlin de Moscú, cuyo color rojo da nombre a la principal plaza de Rusia, sin embargo, en la propia ciudad moscovita también existe uno blanco, el de Izmailovo.

Quizás no sea tan famoso como su homólogo, pero es bastante grande y emblemático.

Construido con estructuras de madera, es en realidad un mercado gigante donde los turistas de múltiples países obtienen tradicionales suvenires al mejor precio.

El complejo apareció en Moscú en 2007, aunque el lugar para ello,Izmailovo, ha jugado un papel importante durante mucho tiempo en la cultura de Rusia.

Aquí estaba la residencia de la dinastía Romanov, y sobre la base de dibujos y bocetos de los siglos XVI y XVII se formó el estilo arquitectónico del conjunto.

Los edificios fueron diseñados según las costumbres de la antigua arquitectura rusa. Como corresponde a una fortaleza, la instalación está ubicada sobre una colina, rodeada por un muro de piedra con puertas de entrada y torres de pedruscos blancos resplandecientes.

A menudo se le llama “el lugar más ruso de la capital”.

Pero el Kremlin de Izmailovo no es solo fortificaciones, pues allí hay galerías de arte, un nuevo mercado artesanal, talleres de trabajo y numerosos museos dedicados a los dibujos animados, el chocolate, las armas, los niños sin educación, la historia de la flota rusa, el pan y el vodka.

Además, el recinto acoge un palacio de matrimonio, donde las parejas se casan a la usanza de la Rusia tradicional.

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