El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió hoy al Consejo de Seguridad actuar para evitar una catástrofe humanitaria en Gaza, dijo su vocero.

En una medida inusual, Guterres escribió al presidente del Consejo de Seguridad para exigir que actúe e invocó el artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas por primera vez desde que se convirtió en secretario general de la ONU en 2017.

El artículo 99 estipula que «el Secretario General podrá llamar la atención del Consejo de Seguridad hacia cualquier asunto que en su opinión pueda poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales».

Dada la magnitud de la pérdida de vidas humanas en Gaza e Israel en tan poco tiempo, el secretario general entregó una carta al presidente del Consejo de Seguridad en la que invocó el artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas, dijo Stephane Dujarric, vocero de Guterres.

En la carta, dada a conocer por el Secretariado de la ONU, Guterres pide la declaración de un cese al fuego humanitario.

«La comunidad internacional tiene la responsabilidad de utilizar toda su influencia para evitar una escalada mayor y poner fin a esta crisis. Exhorto a los miembros del Consejo de Seguridad a presionar para evitar una catástrofe humanitaria. Reitero mi llamado para que se declare un cese al fuego humanitario», señala la carta.

«Esto es urgente. Se debe evitar que la población civil sufra más daños. Con un cese al fuego humanitario se pueden restablecer los medios de supervivencia y la asistencia humanitaria puede ser entregada de manera segura y oportuna en toda la Franja de Gaza», añade.

Más de ocho semanas de hostilidades en Gaza e Israel han generado un terrible sufrimiento humano, destrucción física y trauma colectivo en todo Israel y el territorio palestino ocupado, dice la carta.

Más de 1.200 personas murieron en los ataques de Hamas y de otros grupos palestinos armados el 7 de octubre. Alrededor de 250 fueron tomadas como rehenes y de estas, más de 130 todavía siguen secuestradas, agrega.

Los civiles en toda Gaza enfrentan un grave peligro. Desde el comienzo de la operación militar de Israel, más de 15.000 personas han muerto, de las cuales más del 40 por ciento han sido niños, según informes. Miles más han resultado heridas. Más de la mitad de todas las viviendas han sido destruidas. Alrededor del 80 por ciento de la población de 2,2 millones ha sido desplazada por la fuerza hacia áreas cada vez más pequeñas. Más de 1,1 millones de personas han buscado refugio en las instalaciones de la ONU en toda Gaza, lo que ha generado condiciones de hacinamiento indignas e insalubres. Algunas otras personas no tienen ningún lugar para refugiarse y se encuentran en la calle, señala la carta.

Los restos explosivos de la guerra están dejando zonas inhabitables. No existe una protección efectiva de los civiles. El sistema de salud en Gaza está colapsando. Los hospitales se han convertido en campos de batalla. Sólo 14 hospitales de 36 instalaciones están funcionando de forma parcial. Los dos mayores hospitales en el sur de Gaza están operando al triple de su capacidad de camas y se están quedando sin suministros básicos y sin combustible. También están albergando a miles de desplazados. En estas circunstancias, más personas morirán sin recibir tratamiento en los próximos días y semanas. Ningún lugar es seguro en Gaza, afirma la carta.

«En medio del constante bombardeo por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, y sin refugio o lo esencial para sobrevivir, preveo que el orden público pronto colapsará por completo debido a condiciones desesperadas, lo que hará que la ya limitada asistencia humanitaria sea imposible. Podría presentarse incluso una situación peor, incluyendo el brote de enfermedades epidémicas y una creciente presión para el desplazamiento masivo hacia los países vecinos», advierte Guterres.

Las condiciones actuales están haciendo imposible la realización de operaciones humanitarias significativas. Aunque la entrega de suministros a través del cruce fronterizo de Rafah continúa, las cantidades son insuficientes y han disminuido desde que terminó la tregua humanitaria, afirma en la carta. «Simplemente no podemos llegar a los necesitados dentro de Gaza. La capacidad de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios ha sido destruida por la falta de suministros, la falta de combustible, las comunicaciones interrumpidas y la creciente inseguridad. El personal humanitario se ha unido a la vasta mayoría de civiles gazatíes en la evacuación hacia el sur de Gaza ante el avance de las operaciones militares», añade.

Al menos 130 trabajadores de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos han muerto, muchos con sus familias, desde el 7 de octubre, indica el jefe de la ONU.

«Nos encontramos ante un severo riesgo del colapso del sistema humanitario. La situación se está deteriorando rápidamente para convertirse en una catástrofe con implicaciones potencialmente irreversibles para los palestinos en general y para la paz y la seguridad en la región. Tal resultado debe evitarse a toda costa», dice.

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