Por Viviana Galeb Adriazola

¡Oh muerte!

Dulce muerte

Clava tu aguijón.

En mi corazón.

Libéralo de sufrimientos,

de amarguras terrenales.

¡Oh muerte!

Clava tu aguijón,

hasta que la carne

Se desprenda de mis huesos.

hasta que sus componentes orgánicos

se transformen en néctar

de  mariposas,

de  diestras abejas.

Abejas que revoloteen en círculos,

Círculos  indescifrables.

de lenguajes mudos, sigilosos….

Lenguaje develado

A sabios y entomólogos

Para que mi gozo sea eterno.

Profundo….

¡Oh muerte!

Clava tu aguijón insondable

en mi corazón,

Y no lo desenfundes

hasta el último suspiro.