En 2017, bajo el gobierno del ex presidente Michel Temer, Brasil aprobó una polémica reforma de la educación secundaria, considerada por expertos como una antirreforma porque reproduce un modelo anacrónico, excluyente y perverso. Ante las críticas, el Gobierno de Lula suspendió temporalmente los plazos de implantación de la Nueva Enseñanza Secundaria (NEM) y abrió una consulta pública para escuchar a la sociedad.

La consulta para evaluar y reestructurar la Política Nacional de Enseñanza Media tuvo lugar entre el 8 de marzo y el 6 de julio. La plataforma Participa+Brasil recibió 11.024 contribuciones y una encuesta de WhatsApp a la comunidad escolar escuchó a 139.159 personas, entre estudiantes, jóvenes que no se identificaban como estudiantes, profesores y gestores.

También hubo 12 webinars con expertos, cinco seminarios organizados por la Asociación Nacional de Posgrado e Investigación en Educación (Anped), audiencias públicas con organizaciones vinculadas al sector y reuniones con estudiantes.

Los resultados de la consulta pública fueron compilados en un Resumen Ejecutivo y presentados por el Ministro de Educación, Camilo Santana, a principios de agosto, junto con la propuesta del Ministerio de Educación (MEC), que servirá de base para los cambios legales que se enviarán al Congreso.

Principales resultados

El MEC agrupó las contribuciones a la consulta pública en 12 núcleos. En relación a la equidad educativa, los derechos humanos y la participación democrática de los estudiantes, la mayoría dijo que el NEM tenía un impacto negativo sobre el derecho a la educación en el país y afirmó la necesidad de directrices específicas para los jóvenes rurales, quilombolas, indígenas, ribereños, discapacitados y de bajos ingresos.

Hubo críticas masivas a la reducción de la carga horaria de la Educación General Básica (EGB) de 2.400 horas lectivas a 1.800 horas, reservando 1.200 horas para contenidos electivos distribuidos en cinco itinerarios formativos (Ciencias Naturales y sus tecnologías, Lenguas y sus tecnologías, Ciencias Humanas y Sociales Aplicadas, Matemáticas y sus tecnologías y Formación Técnica y Profesional).

La propuesta del Gobierno es restablecer la carga lectiva asignada a la FGB en 2.400 horas, pudiendo exceptuarse la oferta de cursos técnicos, para los que se fijaría un mínimo de 2.200 horas. El MEC sugiere que en la composición de la FGB se incluyan el español (como alternativa al inglés), arte, educación física, literatura, historia, sociología, filosofía, geografía, química, física, biología y educación digital.

La Ley Nº 13.415/2017, que modificó la Ley de Directrices y Bases de la Educación Nacional e instituyó la Nueva Escuela Secundaria, establece que sólo dos materias son obligatorias en los tres años del curso: Matemáticas y Portugués. Las demás asignaturas que figuran en la Base Curricular Nacional Común (BNCC) se distribuyen en los cinco itinerarios formativos.

El alumno que elige el itinerario de Ciencias Naturales y sus Tecnologías, por ejemplo, estudia química, física y biología. La enseñanza de la geografía y la historia, en este caso, no es obligatoria. Del mismo modo, los alumnos que eligen Lenguas y sus tecnologías no están obligados a estudiar química, física y biología.

Como el NEM estipula que el 40% de las clases deben dedicarse a asignaturas optativas, muchos colegios acaban ofreciendo asignaturas inusuales para completar la carga de trabajo, como emprendimiento, cocina, oratoria y liderazgo.  Esto ha provocado numerosas críticas de la comunidad escolar, incluidos los estudiantes, que entregaron al presidente de la Cámara de Diputados, Artur Lira, una nota técnica en la que se exponen los problemas de esta política.

Programas de formación

Otra propuesta del MEC es reducir de cinco a tres el número de itinerarios formativos, que pasarían a llamarse itinerarios de profundización e integración de estudios. Sólo quedarían Lenguas, Matemáticas y Ciencias Naturales; Lenguas, Matemáticas y Ciencias Humanas y Sociales; y Formación Técnica y Profesional. El uso de la educación a distancia en la FGB, que también fue muy criticado en la consulta pública, quedaría prohibido, limitándose al 20% en el caso de la Enseñanza Técnico Profesional, con carácter excepcional en situaciones concretas.

El MEC también se compromete a anunciar estrategias para restablecer el aprendizaje de los alumnos afectados por la pandemia del covid-19 y los efectos perversos del NEM, en conjunto con los sistemas de enseñanza y la sociedad civil.  La idea es que el Examen Nacional de Enseñanza Media (Enem) de 2024 se limite a la FGB y que el formato para los años siguientes sea discutido con la sociedad.

La Confederación Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmó que los resultados de la consulta pública y las propuestas preliminares del MEC son una «victoria de la sociedad brasileña y de la movilización social», pero señala que aún deben introducirse algunas mejoras. Antes de enviar el texto del proyecto de ley al Congreso Nacional para su evaluación –lo que debe ocurrir en los próximos meses–, el MEC aún pretende recibir contribuciones de organizaciones educativas que quieran comentar el resumen de la consulta pública.