Indignación total. El Congreso de la República archivó una denuncia constitucional presentada contra la presidenta Dina Boluarte y varios de sus ex ministros, por su responsabilidad en las muertes de más de 60 ciudadanos y más de mil heridos en las protestas sociales que vivió el Perú entre diciembre y marzo pasado.

El Congreso tampoco tomó en cuenta el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), la Organización de Naciones Unidas (ONU), Amnistía Internacional (AI), u otras instituciones de derechos humanos, que señalaban una masacre social y violaciones a los derechos humanos.

Luego del archivamiento de la denuncia la Mesa Directiva del Congreso desestimó el pedido de reconsideración, cerrando toda posibilidad de investigación.

Actualmente, los deudos y ciudadanos del sur del país se vienen organizando para la denominada Tercera Toma de Lima, programada para el 19 de julio próximo. La decisión del Congreso incrementa la desaprobación de esta institución y de la presidenta, además de dejar abierta heridas por la falta de justicia social ante las muertes en las protestas, y uso de la fuerza desmedida contra mujeres, jóvenes y niños.

Mientras suceden estos hechos, una “cortina de humo” se difunde masivamente en los medios monopólicos con el caso de Joran Van Der Sloot, al mismo estilo del gobierno de Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos, cuando se emitían cortinas de humo como “la virgen que llora”, o pasar entretenimiento mientras se destapaban casos de corrupción que involucraban al gobierno.