Con una participación récord superior al 75% el pueblo de Tailandia fue a las urnas este domingo (14). Los resultados preliminares dados a conocer por la Comisión Electoral indican que los partidos de oposición Avanzar y Pheu Thai, coalición que ya gobierna la capital Bangkok, habrían derrotado a las formaciones que apoyan el actual régimen del general golpista Prayut Chan-o-cha.

La junta militar, conocida como el Consejo Nacional para la Paz y el Orden (NCPO), subió al poder en 2014 liderada por Prayut Chan-o-cha como Primer Ministro, quien ostenta hasta ahora este cargo.

La victoria de la oposición indica que el país volverá a la democracia. Avanzar, formación que llevó como candidato al joven empresario Pita Limjaroenrat de 42 años, habría obtenido 151 escaños con un 24% de los sufragios, mientras que Pheu Thai (Por Tailandia) encabezado por Paetongtarn Shinawatra, de 37 años, hija menor del ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, habría ganado 141 con un 23%.

Por su parte, el partido del actual gobierno, Nación Unida, recibió sólo un 9% de los votos, mientras que partidos como el Bhum Jai Thai y el Palang Pracharath, aliado del gobierno, cosecharon respectivamente 12.72% y 10.41% de las voluntades.

El nuevo o nueva mandataria será electo por el parlamento en el cual los partidos opositores tendrán mayoría. Sin embargo, esa elección podría ser obstruida por el Senado designado por los militares.

Los resultados auguran el regreso de Tailandia a una democracia formal de políticas económicas neoliberales con cierto tinte reformista. El acaudalado Thaksin Sinawatra, padre de Paetongtarn Shinawatra, sindicado como uno de los hombres más ricos del país, en su mandato como primer ministro entre 2001 y 2006 , según la politóloga Eugénie Mérieau,  «sacudió el orden jerárquico tradicional al exigir una reforma del espacio político antes reservado a personas calificadas de ‘superiores’ en términos de moralidad y competencia, excluyendo a los trabajadores pobres y a los pequeños campesinos considerados demasiado incultos para votar. Esta democratización fue acompañada, en el frente económico, de estímulos keynesianos para combatir la pobreza y la creciente desigualdad resultante de la crisis asiática de 1997, junto con políticas claramente neoliberales».

Tailandia quiere decir “tierra de gente libre”- (antes Reino de Siam). A diferencia de sus vecinos de la península indochina, no fue nunca colonia, pero tampoco tan libre, señala en su libro Tendencias el investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas Javier Tolcachier. Desde 1932 fue gobernada -salvo breves intervalos- por el poder militar (igual que Myanmar), primero socialista y luego de derechas, pero siempre bajo el peso de las botas.

Esto permite inferir que, pese al importante vuelco en el que los jóvenes han tenido un papel decisivo, las fuerzas armadas conservarán parte del poder, lo que será un desafío para el gobierno emergente.