Siempre creí en los valores humanos como principio básico de respeto y convivencia entre las diversas culturas que habitan en este planeta. Si unos pueblos llegaron desde el Atlántico norte y el Mediterráneo, otros llegaron desde el mar Rojo o el mar Negro. De esa mezcla beben las lenguas y tradiciones que hoy vemos en nuestras ciudades.

No hay una lengua hoy en la tierra que no haya incorporado nuevos términos. En el caso de la lengua hasanía que se habla en el Sahara Occidental, se escribe en alfabeto árabe y tiene palabras de origen Sanhaya de los grupos bereberes que introdujeron el dromedario en África. Un animal que sirvió como medio de transporte para los largos desplazamientos que se hacían de oasis en oasis.

No hay un pueblo en la tierra que no haya usado la palabra para comunicarse. Los saharauis lo hacían a través de extensos poemas que memorizaban e iban conservando de generación en generación. En esos poemas estaba escrita la historia de un pozo, de una montaña, de una mujer o de un hombre.

El poeta saharaui Husein Moulud que tiene un extenso poemario en Hasanía, es un ejemplo claro de este género de poesía que hunde sus raíces en el pasado y conserva el valor de un gaf que es un verso corto o una talaa que es el desarrollo de un poema mediante un tema determinado que sirve de fuente de inspiración.

Husein Moulud en el poema “un peinado de trenzas”, hace una descripción precisa desde la belleza y resalta la tradición como sujeto poético en los siguientes versos:

Su peinado de trenzas
es lo que uno desea
es auténtico,
porque no hay peinado
que luce como ese,
cuando ella
crece como sus cabellos.
Unas flores cuelgan de su mechón
brillan agraciadas,
cerca del collar de piedras macizas,
cerca del cabello de perlas,
es un peinado de trenzas
el peinado que revive el alma.

Este poeta evoca el Sahara Occidental desde las regiones de Tiris y Zemur, palabras de origen Sanhaya como la mayoría de los nombres toponímicos. Es allí donde la lengua de los Beni Hasán y de los Sanhaya, se enriquecen mutuamente. Palabras como Tilimsi o Tamura todas relacionadas con los pozos y las acumulaciones del agua después de la lluvia, forman parte de la lengua hasanía que hunde sus raíces en la lengua de los Zenagas.

El encuentro de unos pueblos con otros ha traído siempre nuevas palabras y conocimientos que han servido para transformar la lengua. Hoy la palabra Cuchara o Radio forma parte del hasanía y tienen su particular pronunciación cuando son usadas por los saharauis.

Hoy tristemente el hasanía vive un retroceso profundo entre las nuevas generaciones de saharauis que han nacido bajo la ocupación de Marruecos. El sistema de enseñanza no incluye el hasanía y el conocimiento de sus poetas. Es esencial conocer a los poetas de una lengua para conservar la esencia de cada palabra y mantener viva la memoria de un pueblo.