Valoración de la situación actual

Ramon Franquesa.-

Con este articulo me dirijo al conjunto de activistas de COESPE y del movimiento pensionista, tras el encuentro con una representación del grupo parlamentario de Unidas Podemos (UP) el pasado 23 de marzo. Su propósito no es emitir certezas dirigidas al conjunto de la población, sino reflexiones para quienes están siendo los protagonistas de un enorme movimiento social, que tiene mucho mas calado del que nosotros mismos pensamos.

El pasado 17 de marzo se publicó en el BOE el Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, de medidas urgentes para la ampliación de derechos de los pensionistas, la reducción de la brecha de género y el establecimiento de un nuevo marco de sostenibilidad del sistema público de pensiones. Días después fuimos convocados por diputados del grupo de UP a tener un encuentro en el Parlamento. COESPE decidió que para evitar malos entendidos dentro del movimiento y para mostrar de manera clara cuál es nuestra posición conjunta, abrir este encuentro al conjunto de movimientos pensionistas que venimos convocando a una lucha activa en la calle en defensa del sistema público de pensiones desde hace más de 270 semanas.

Fuimos recibidos por un grupo de técnicos (8 personas) y dos diputados, para informarnos de la posición de Unidas Podemos básicamente por parte del técnico Carlos Sánchez Matos. Sintéticamente su posición fue:

  1. Reconocen que esta no es la ley que les gustaría, ni el proyecto con que se presentaron a las elecciones.
  2. Sin embargo, consideran que es un avance obtenido gracias a la coyuntura y la persistencia del movimiento social pensionista.
  3. Dentro de lo positivo de la Reforma, consideran que, por primera vez en lugar de recortar las prestaciones, abre la puerta a aumentar las cotizaciones sociales.
  4. Desgranaron una serie de aspectos concretos en que se resuelven algunas cuestiones de mejora de la ley para determinados colectivos. En particular sostuvieron que reduce la brecha de género.
  5. Temen que el debate parlamentario sea aprovechado por las fuerzas neoliberales para recortar esos aspectos y consideran posible un riesgo de un giro del PSOE a un acuerdo con el PP y las derechas nacionalistas en el curso del debate de la Ley. Por ello no están dispuestos a presentar enmiendas fundamentales al proyecto.
  6. Consideran que, en la cuestión del cómputo de años, Escriva ha ganado tiempo a la Comisión Europea. Pero reconocen que la situación puede empeorar en poco tiempo (no tres sino incluso un año) si hay un cambio de gobierno.
  7. Nos plantearon moderar nuestra movilización para no perjudicarles en los retos electorales que vienen en los próximos meses y no abrir la puerta a una derecha que quiere aplicar un plan tan duro como el de Macron.

Por nuestra parte de manera conjunta, solidaria y sin fisuras les respondimos lo siguiente ( que en lo sustancial recogimos en un comunicado conjunto liberado al grupo y los medios):

  1. Lamentamos que hasta después de aprobada no haya existido ningún debate del Gobierno con el movimiento pensionista y no hayamos conocido la ley más que por los titulares de los medios de comunicación. Entendemos que este proceder es sustraer al debate público una cuestión de máximo interés. No creemos que esto sea una muestra de calidad democrática del Parlamento, ni del gobierno.
  2. Reconocemos la existencia de mejoras en la Ley. Pero:
    • En su mayor parte son cuestiones técnicas que resuelven problemas de colectivos muy reducidos y por tanto de poco impacto económico.
    • El redactado de la Ley es confuso. Toma en su justificación gran parte de nuestro lenguaje y propuestas, pero acaba por aplicar en la parte dispositiva medidas que se alejan de las buenas palabras del preámbulo y frecuentemente se oponen a ellas.
    • Es verdad que se destopa la cotización de los salarios más altos y ello es un avance, pero de manera gradual y tan lenta, que probablemente la inflación se coma gran parte de esas aportaciones en términos reales.
    • Si bien se hace una pequeña contribución a cerrar la brecha de genero mejorando alguna prestación por hijo, se abre la puerta a una futura ampliación del periodo de cómputo que va a reducir sustancialmente la pensión de las trabajadoras actuales y ampliar gravemente la brecha de género en el futuro.
  3. Lo que ha frenado los planes de Bruselas no ha sido tanto el trabajo parlamentario, como la movilización social persistente de los pensionistas en España y de los trabajadores en Francia. Por ello nuestra lectura no es que debamos reducir el movimiento presente, sino al contrario lo vamos a incrementar en lo posible y vamos a tratar de extenderlo a los trabajadores actuales, grandes perjudicados con esta ley.
  4. Aunque se ha retardado la ampliación del computo de años y ello es producto de nuestra lucha, por otra parte, se ha cedido a que se amplie en el futuro los 25 años actuales substrayendo la decisión al Parlamento y depositándola en la AIREF. Una institución vinculada históricamente al poder financiero y que, sin representar a nadie, se le da un papel ejecutivo que corresponde al parlamento y el gobierno. Se ha cedido una vez mas a la degradación de la democracia para eximir la responsabilidad de los diputados actuales y futuros de medidas de recorte social, para llevarlas a supuestos expertos y técnicos que no son mas que lobbies del poder económico.
  5. Se sigue justificando las reformas en una supuesta inviabilidad del sistema, que jamás se ha demostrado. En cambio, se ha evitado realizar la auditoria con garantías y transparencia de las cuentas de la Seguridad Social tal como marcaba la ley antes de junio del año pasado.
  6. No somos estúpidos y sabemos perfectamente cual es el plan de la derecha conservadora y sus diputados. Nuestra acción no es contra ningún partido, sino en defensa de un programa claro y concreto al que no vamos a renunciar, que entendemos protege a la gran mayoría social afectada por los proyectos neoliberales. Consideramos que sustraer estos debates a la población y aceptar sin resistencia, ni movilización nuevos recortes, no es la manera de ganar apoyo social. Si hay una involución electoral no es nuestra responsabilidad, sino de quienes prometieron algo que luego no han cumplido o al menos no han defendido públicamente con la energía y pedagogía necesaria, encerrándose en el mundo institucional alejado del sufrimiento cotidiano de la población.

Consideraciones

Con este intercambio de posiciones quedamos abiertos a cualquier encuentro con UP o con cualquier fuerza política o sindical en el futuro, pero manifestando que vamos a seguir en nuestra movilización para defender las pensiones actuales y futuras , de cualquier recorte actual o futuro.

Me permito efectuar las siguientes consideraciones para ayudarnos a proseguir en una defensa exitosa de nuestras reivindicaciones.

Vamos a sufrir un nuevo intento de confusión en que se nos va a intentar presentar como locos ultrarradicales. Estos días he tenido entrevistas con los medios con la música de fondo permanente de los incendios y disturbios en Francia, absolutamente fuera de contexto y dirigido a atemorizar nuestra población y aislarnos. Van a tratar de oponernos a los trabajadores como si fuéramos privilegiados por aumentos mayores que los obtenidos por ellos. Finalmente, en un escenario electoral es posible que dirigentes de fuerzas de izquierda apelen a sus militantes (que nutren una parte importante de nuestro espacio) para que se distancien de nuestro movimiento, presentándolo como antiprogresista y aliado de la derecha conservadora.

El escenario es muy grave y nadie está jugando al parchís. El poder financiero occidental afrenta una nueva quiebra bancaria de enormes dimensiones cuyo impacto crece día a día. Solo un dato: si el Silicon Valley Bank tenía 200 mil millones de depósitos, el Credit Suisse tenía 500, Deutsche Bank el último de la serie es de 1.300. No es un problema de algún banco individual, ni limitado a EEUU, es un problema sistémico grave del que pretenden salir mediante:

  1. la emisión de masa monetaria de euros y dólares, para financiar rescates públicos a sus fraudes, que inevitablemente aumenta la inflación que dicen combatir.
  2. enjuagarse además captando parte del salario de los trabajadores, apoderándose de sus pensiones (que son un salario diferido) para sanear sus cuentas.
  3. mientras los gobiernos se han comprometido a aumentar el gasto militar y necesitan reponer sus arsenales vaciados por la guerra a cuenta del gasto social.
  4. las empresas productivas necesitan las ayudas next generation (plan de recuperación), pero quieren evitar que aumenten los impuestos en el futuro para devolverlos, y exigen a los gobiernos que lo paguen reduciendo el gasto en las pensiones

En este contexto, Europa está en una gran crisis institucional. Las huelgas y movilizaciones se extienden por todo el continente. En Francia el ataque a las pensiones ha generado una respuesta enorme e inesperada para el poder. Pero las huelgas y movilizaciones se extienden a toda la UE y el Reino Unido. Necesitan recortar, pero empiezan a temer al pueblo. Hoy la situación es muy distinta al momento en que el pueblo griego fue asaltado por la Troika y los hombres de negro. Es posible la victoria, pero no será fácil y hay que trabajar con inteligencia y paciencia.

Frente a todo ello es esencial mantener la unidad entre los que luchamos. Por ello ha sido acertado plantear una respuesta conjunta de todos los movimientos a la Ley y compartir el encuentro con UP. Ello no debilita COESPE, sino que nos refuerza y refuerza el movimiento.

Los grandes sindicatos han jugado el papel de convidado de piedra. No han pintado nada en las negociaciones y sus dirigentes han sido llamados a firmar a pie de página, una vez se ha cerrado el acuerdo entre el Gobierno y Bruselas. Sus dirigentes han ocultado la información sobre el proyecto (en el supuesto que la tuvieran) y se han limitado a firmar unos acuerdos que les conceden comisiones sobre los Convenios ellos firmen, incorporando la apertura de pensiones privadas obligatorias. Ello a espaldas de sus afiliados y votantes, que ignoran la trampa que se les cae encima. Es imprescindible llegar a los jóvenes y a los trabajadores y trabajadoras, para explicarles pedagógicamente lo que les espera con estos acuerdos. Hay que buscar la complicidad de toda la gente trabajadora, con respeto a sus creencias personales, afinidades políticas y sindicales. Hay que explicar lo que ocurre y cual es el programa que defendemos y el método que desarrollamos para defender unas pensiones públicas dignas. Hoy en UGT y CCOO hay decenas de miles de delegados y afiliados que no saben nada de lo que esta pasando. En la medida que tienen un peso importante en el Estado, debemos contar con ellos para llegar a los centros de trabajo. Debemos llegar también a los sindicatos alternativos, que con frecuencia no entienden la importancia de esta batalla y se limitan una solidaridad retórica, pero aislada de la vida social en las empresas e incluso de la formación de sus afiliados. Recordemos que el neoliberalismo le tiene terror a la inflación y solo recurre a ella como ultimo remedio, porque saben que activa la lucha de los trabajadores por los salarios. Aunque hoy los sindicatos parece que hayan desaparecido de la escena, más pronto que tarde, los trabajadores crearan las herramientas necesarias para defenderse de la reducción salarial que supone la inflación y el paisaje de las luchas laborales será muy distinto del que hemos visto los últimos 30 años con una inflación muy pequeña.

Hemos de reforzar nuestros vínculos en todo el estado con otros movimientos sociales en defensa de la salud, la vivienda, la atención a los mayores, la educación pública, la igualdad de género, la sostenibilidad ecológica y social… Con frecuencia también ellos son utilizados en periodos electorales para confrontar con la derecha neoliberal, pero al día siguiente las promesas quedan olvidadas y se sumen en la frustración. Hay que crear desde cada autonomía y cada realidad, una alianza social que permita abrir otro horizonte desde la movilización y la lucha. También una cultura del esfuerzo, la organización y el compromiso social a largo plazo.

Tenemos enfrente poderosos medios de comunicación que están en manos de empresas del poder financiero. Desarrollan un trabajo de aislarnos, promoviendo una cultura egoísta, corporativa, individualista, que trata a los expropiados como perdedores sean mayores, jóvenes, parados, mujeres o emigrantes. Una cultura que promueve formas sectarias y fanáticas, la incapacidad para dialogar entre los de abajo, el insulto fácil en la red, la simplificación de los problemas y un mundo en que cada persona es un lobo para los demás. Estos medios de comunicación y quienes controlan las redes sociales, están al servicio del sistema para confundirnos, aislarnos y desanimarnos. Por ello debemos promover otra cultura. La que saca a la gente del sofá para que dialogue con sus conciudadanos en la calle, para que construya cooperativamente respuestas, que busque espacios y programas que nos unan en la diferencia y crear complicidades. Sabiendo dejar a un lado a los friquis que en todo lugar aparecen para complicarnos la construcción de comunidad, los provocadores que tratan de nadar en tanta basura para buscar su salida personal a costa de los demás, que constantemente están desviándonos de los problemas centrales que tenemos como personas trabajadoras, para llevarnos a eternos debates sobre cuestiones secundarias o formales, que nos aíslen de la realidad.

Poco a poco, defendiendo nuestros derechos más inmediatos estamos aprendiendo a desarrollar una resistencia que terminara por crear un Tsunami social, que como otras veces en la historia va a llevarse por delante tanta indignidad, miseria, sufrimiento y explotación. Francia es un buen ejemplo de cómo el pueblo en forma de movimiento social. Desde la ocupación de las rotondas durante años, ha evolucionado a alterar el papel subsidiario de los sindicatos y partidos, para imponer una enorme movilización social que construye una nueva República y Sociedad. Quizás la que De Gaulle en 1968 consiguió abortar.

Ni España, ni Grecia, ni Italia, ni Inglaterra, ni Moldavia, ni Eslovaquia, ni Portugal, ni nadie…estamos al margen de esta posibilidad y esperanza. No hay mal que mil años dure, decían nuestros abuelos.