La ONG Proyecto Gran Simio solicita del gobierno de Cantabria (España) que se realice una inspección en el zoo de Santillana del Mar para comprobar la situación, en que se encuentran los animales y sus instalaciones tras las inundaciones ocurridas por el desbordamiento del arroyo Ojo Negro, que atraviesa las instalaciones del Zoo y que en la madrugada del pasado martes 17, ante el temporal que azotaba la zona norte de España, muchas de sus instalaciones se vieron inundadas con el peligro de ahogamiento de muchas especies que se subieron a lo más alto para evitar morir ahogadas.  Según declaración de los propios dueños, “muchos de los primates fueron trasladados a zonas de cuarentena, añadiendo que los grandes primates seguían corriendo grave peligro”, por lo que la situación fue desesperante mientras subía el nivel del agua.

Para Proyecto Gran Simio, ha sido un milagro que ahora no estuviéramos hablando de muertes de seres vivos que podrían haberse evitado, ya que no es la primera vez en la que el arroyo se desborda ni será la última, debido a la inestabilidad del clima ocasionada por el cambio climático. Además, el arroyo atraviesa el zoo, es un cauce natural y lo que no puede hacerse es construir instalaciones en zonas inundables. Además, para esta ONG, el zoo debe tener planes de evacuación inmediata y estar preparado ante cualquier emergencia,  máxime cuando se había decretado la alerta por temporal y deberían haber estado atentos dentro del zoo a las posibles consecuencias que pudieran afectar a las instalaciones.

Por otro lado, esta organización solicita a los responsables del zoo y al Gobierno de Cantabria, que se trasladen las instalaciones de los orangutanes que han estado a punto de morir ahogados, a una zona más alta, segura y no inundable. Además se debe poner atención inmediata a cómo se encuentran en este momento, porque según fotografías publicadas por el Diario Montañés, se ve a un orangután sentado en un  suelo de lodo y sucio y con una manta posiblemente húmeda. Ellos, al igual que el resto de los seres vivos cautivos, son seres sintientes y sufren ante situaciones de este tipo. Pasan frío como nosotros y no pueden seguir en un habitáculo húmedo donde pueden sufrir enfermedades o neumonías graves.

De igual forma se solicita al Gobierno de Cantabria una inspección inmediata de las instalaciones y de los animales, para ver cómo se encuentran y si corren algún riesgo ante posibles temporales que puedan llegar ante la crudeza del invierno.

Lo ocurrido podría haberse evitado y máxime cuando ya han existido otras inundaciones del mismo arroyo. No se pueden tener instalaciones en zonas inundables y carecer de una respuesta rápida para realizar una evacuación. El zoo debe estar preparado para este tipo de emergencias, tanto por inundaciones como por incendios o huidas.

Tampoco se puede echar la culpa a otros organismos cuando no se han cumplido los requisitos de seguridad pertinentes, que son exclusivos de los dueños del zoo, según declaraciones a medios de comunicación en la que el responsable del mismo ha dicho textualmente: “Si se me mueren a mí ahogados por culpa del gobierno regional y la confederación hidrográfica…” refiriéndose a los orangutanes.

Existe una Ley de zoológicos pero es muy vaga y se necesita un reglamento exhaustivo de la ley, en la que la seguridad y el bienestar de los cautivos deben primar sobre el negocio.

Ante este comunicado de prensa por la citada ONG, se espera que el Gobierno de Cantabria efectúe la inspección, tome medidas si encuentran animales en malas condiciones, que se fijen en las instalaciones de los orangutanes que estén limpias y calientes y que el zoo traslade de inmediato esas instalaciones a zona no inundable.

Es además necesario que la ley nacional de bienestar animal con su Reglamento y la Ley de grandes simios, puedan ser aprobadas, un trabajo intenso en el que la Dirección General de Derechos de los Animales dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 está trabajando intensamente, precisamente para evitar estas situaciones.