En el día de ayer (23/1) el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó el brutal asesinato de Thulani Maseko, destacado abogado de derechos humanos de Eswatini, abatido a tiros en su domicilio dos días antes.
«Thulani Maseko fue un defensor incondicional de los derechos humanos que, con gran riesgo para sí mismo, habló en nombre de muchos que no podían hacerlo por sí mismos. Ofrezco mis más sinceras condolencias a su familia, amigos y colegas. Su asesinato a sangre fría ha privado a Eswatini, al sur de África y al mundo de un verdadero campeón y defensor de la paz, la democracia y los derechos humanos», declaró Türk.
Maseko era el presidente del Foro Multipartidista, una asociación de organizaciones de la sociedad civil, empresas y sindicatos, partidos políticos, organizaciones confesionales y organizaciones de mujeres que aboga por una transición pacífica a la democracia multipartidista en Eswatini. El abogado fue además un destacado crítico del gobierno del rey Mswati III, quien cambió el nombre del país en Abril de 2018, cuando celebró su jubileo de oro.
En el momento de su muerte, Maseko era representante legal de dos parlamentarios a los que se juzgaba por delitos presuntamente cometidos durante los disturbios civiles que sacudieron Eswatini en 2021, indica el comunicado dado a conocer por la Oficina del Alto Comisionado.
Por su parte, defensores de los derechos humanos han pedido la liberación inmediata e incondicional de los parlamentarios de eSwatini (anteriormente reino de Swazilandia) Mduduzi Bacede Mabuza y Mthandeni Dube.
Ambos fueron detenidos el 25 de julio de 2021 tras protestas que exigían reformas políticas y fueron acusados en virtud de la Ley de Represión del Terrorismo y por incumplir la normativa Covid-19.
Las protestas comenzaron en junio de 2021 en el Reino de eSwatini tras la misteriosa muerte de Thabani Nkomonye, estudiante de Derecho de 25 años, presuntamente a manos de la policía. Más de 1.000 personas fueron detenidas y se recurrió a las fuerzas de seguridad para acabar con la disidencia. Más de 70 manifestantes pacíficos fueron presuntamente asesinados en los días siguientes.
En octubre de ese año, más de 10.000 manifestantes pacíficos marcharon hacia la embajada de Estados Unidos pidiendo apoyo, a lo que sucedió un cierre total de la red Internet, para impedir la coordinación de las manifestaciones.
Tres días después (18/10), según la cronología de los hechos publicada por Amnesty International, se desatan nuevamente protestas en todo el país respondidas con una fuerza desproporcionada. El número de muertos superó los 80.
Medios de comunicación sudafricanos, por su parte, informaron subsecuentemente sobre el creciente nivel de violencia en eSwatini, denunciando amenazas, detenciones y torturas a periodistas.
El panorama de los derechos humanos en una de las últimas monarquías africanas sigue siendo preocupante.