La esperanza prevalece mientras los iraníes no se rindan

Por Mariam A.

Han pasado tres meses desde que la Policía de la Moral iraní asesinó a Mahsa Amini por infringir el estricto código de vestimenta, que provocó un gran número de protestas en todo el país.

Y a pesar de que el Estado incrementó su uso de tácticas draconianas para reestablecer el control, incluidas apresuradas ejecuciones públicas de manifestantes jóvenes contra el Gobierno, al parecer han tenido poco efecto en la voluntad de los iraníes de terminar con las protestas.

Con este sombrío panorama en mente, Kianoush Ramazani, galardonado activista y caricaturista, habló con Global Voices por Zoom sobre la resiliencia de los iraníes durante estas recientes protestas, así como del lugar de las caricaturas políticas, entre otras formas de expresión de los iraníes.

Kianoush sostiene que las protestas actuales en Irán son distintas de las protestas anteriores, como el movimiento verde iraní que vio a la gente salir a la calle para impugnar la elección presidencial del país en 2009, que resultó en el propio exilio forzoso de Kianoush ese mismo año.

También difieren de las protestas civiles a nivel nacional en 2019 y 2020, generalmente conocidas como noviembre sangriento, que fue provocado por un aumento de entre 50 % y 200 % en el precio de los combustibles antes de degenerar en violentos disturbios antigubernamentales. Explica:

Creo que las protestas de ahora son distintas porque las mujeres están a cargo. El hiyab, que ha llegado a simbolizar la agonía y opresión para las mujeres por más de 43 años, se encuentra en el centro mismo de estas protestas.

Cuando ves mujeres quemando sus hiyabs, a pesar de que están conscientes de las consecuencias y están conscientes de que el mulá nunca les permitirá cruzar esta línea roja, sabes que es diferente.

Cuando presencias tal increíble valentía, entiendes que esto no es 2009 ni 2019. Durante aquellas protestas, las personas solo esperaban aumentar los derechos y no un cambio radical.

Pero ahora, cuando ves a mujeres muy jóvenes liderando el movimiento y ves hombres jóvenes y viejos soportar el derramamiento de sangre, puedes decir que esto es un terremoto.

Creo que el régimen se está volviendo más brutal porque es consciente de ello.

Como señaló Kianoush, este anhelo insaciable de cambio radical resultó tristemente en mayor opresión y muertes, particularmente entre jóvenes que sueñan con un nuevo futuro donde tengan más control sobre sus propios discursos.

La velocidad con la que Irán ejecutó la condena a muerte de Majidreza Rahnavard, luchador de 23 años que fue ahorcado el 12 de diciembre, menos de un mes después de su detención, valida la afirmación de Kianoush. Lo explica con más detalle:

Debido a los acontecimientos recientes, me temo lo peor. Como esto se convirtió en una protesta a nivel nacional, el Estado asesinará a un gran número de personas, lo que confirma que las campañas por el cambio no  se limitan a ningún grupo, etnicidad, religión ni región.

Las ejecuciones ya han comenzado, lo que es una trágica reacción de un Estado débil que está haciendo todo lo posible para sembrar el terror. Esto solo enfurece a la generación más joven. Son muy diferentes de nuestra generación: nosotros éramos más bien conservadores, esta nueva generación no tiene nada que perder y es más consciente, valiente y expuestos como resultado del uso de la tecnología que permite internet.

El Estado también es consciente de la importancia de internet para esta joven generación, particularmente durante tiempos de disturbios, cuando organizaban protestas, documentaban las violaciones de los derechos humanos y contaban lo que está pasando en el país al resto del mundo.

Imagen de Kianoush Ramazani utilizada con autorización del autor (Global Voices)

En consecuencia, los funcionarios iraníes han cortado repetidamente las conexiones móviles a internet e interrumpido los servicios de Instagram y WhatsApp, dos de las redes sociales más populares del país. Esta acción recuerda al cierre de internet a nivel nacional del Gobierno iraní en 2019, que resultó en un apagón casi total de internet de seis días antes del asesinato de 1500 personas en la oscuridad por el bloqueo de internet.

A pesar de sus preocupaciones, Kianoush tiene fe en la resiliencia de los iraníes y permanece optimista de que encontrarán una manera para decirle al mundo sobre lo que está sucediendo:

Las personas se dieron cuenta de cómo evitar los cortes e interrupciones de internet. A pesar de los mejores esfuerzos del Gobierno, las personas que viven fuera del país aún pueden comunicarse con quienes viven dentro. La gente en el territorio me sigue inspirando lo suficiente para hacer caricaturas.

Los periodistas que se encuentran trabajando fuera y dentro de Irán también están haciendo un trabajo excelente, dedicando su tiempo a escribir, difundir información y dar a conocer lo que está ocurriendo, utilizando cualquier fuente que esté a su alcance, incluidos los medios ciudadanos.

Ahora nos enteramos de algo nuevo cada minuto, las noticias nunca paran.

Una explosión de creatividad… y esperanza

Aparte de la cantidad increíble de información disponible sobre Irán, el mundo es cada vez más consciente del extraordinario arte que producen los iraníes, tanto en Irán como en el extranjero. Como señaló Kianoush, las caricaturas políticas siempre han destacado entre otras formas de expresión en Irán:

Los caricaturistas políticos han sido tradicionalmente populares entre los iraníes. Los caricaturistas estuvieron presentes en cada momento fundamental de Irán de la historia reciente para repetir las voces de las personas, para contar las historias que la gente no podía contar qué les pasaba por dónde se encontraban.

Para los iraníes siempre ha sido importante ver sus caricaturistas, en su mayoría quienes lamentablemente están viviendo en el exilio, que hablan su idioma e informan al mundo lo que se necesita decir. Es una muestra de solidaridad, pero también se ha convertido en una responsabilidad.

También, las caricaturas tienen otro lado, son reconocibles y las personas las pueden comprender sin saber otro idioma. Se pueden difundir fácilmente y usarse en campañas. Me gustaría ampliar esta idea.

Las caricaturas políticas que reflejan la lucha de los iraníes por superar el miedo tienen un impacto en los movimientos sociales y políticos que va más allá de su responsabilidad de informar al resto del mundo sobre lo que ocurre, cultivan la esperanza, como señala Kianoush:

Cuando creo una caricatura sobre Irán, añado otro elemento: esperanza.

Cuando hay un movimiento en Irán, simplemente ilustrar lo que está pasando no basta. Creo que darle esperanza a las personas les dará más energía y motivación para continuar.

Tras la trágica muerte de Mahsa Amini y los estallidos de protestas en Irán, la gente comenzó a tener sueños, esperanza y deseos. Creo que mi contribución es para representar aquellas esperanzas y sueños en forma de caricaturas.

A fin de cuentas y a pesar de toda la oscuridad, soy optimista sobre el futuro, porque los iraníes no se han rendido. Han acabado oficialmente con sus miedos.


Traducido por Valentina Trujillo

El artículo original se puede leer aquí