El ministro de Educación afgano ha ordenado que se impida el accedo de estudiantes mujeres a las universidades privadas y públicas. El régimen asegura que se trata de una medida para defender los derechos de las mujeres definidos por el Islam. Esta decisión se produce un poco más de un año después de la que excluyó a las niñas de la educación secundaria.

La nueva orden del gobierno talibán deja a las mujeres afganas, a partir de los 12 años, fuera de los trayectos educativos lo que determina una clara violación de un derecho humano universal y trae consigo múltiples impactos en diferentes órdenes de la vida de niñas y mujeres, como lo han indicado ya diversos organismos internacionales y, en particular, las agencias de la Organización de Naciones Unidas. En tal sentido, la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) instó a las autoridades a la reapertura inmediata de las escuelas y a poner fin a las diversas medidas que impiden la participación de las mujeres en la vida pública. Estas restricciones, asegura la Misión, condenan a niñas y mujeres al confinamiento entre cuatro paredes.

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos enfatizó la clara violación de un derecho incuestionable y universalmente reconocido. Mientras tanto. ONU Mujeres alertó sobre el impacto que dichas medidas tendrán sobre el aumento de matrimonios forzados y de violencia doméstica e intrafamiliar. Otra voz que se hizo sentir enfáticamente a través del twitter fue la de Ramiz Alakbarov, representante de la ONU en Afganistán quien afirmó que «una puerta cerrada a la educación de las mujeres es una puerta cerrada al futuro de Afganistán».

Mientras tanto, el gobierno talibán afirma que se trata de una medida transitoria, mientras se logra mejorar la atmósfera escolar y asegurar la división de sexos en los establecimientos educativos.