Estoy segura de que muchos de los lectores ni siquiera saben quien fue Sergio Ortega. ¿Saben quien fue Violeta Parra? Por supuesto que sí. ¿Quién compuso “Gracias a la vida? ¿Quién compuso “Volver a los 17? Violeta Parra, por cierto. Es que a ella la conocemos todos y también sabemos que hacía arpilleras preciosas y que se suicidó por amor.

Es normal que se la conozca más, porque ella componía canciones que no eran coros, en general.

Pero a ella también le costó esfuerzos. Cuando recién estaba comenzando y era poco conocida, por el año 52 o 53, la vi y la escuché cantar en  la Escuela de Leyes. Y hubo gente que la abucheó, aunque ustedes no lo crean. Es que imbéciles siempre hay en todas partes.

¿Y saben quién compuso el “Venceremos”? ¿Y quién  “El pueblo Unido jamás será vencido”, el “Himno de la Unidad Popular”, el “Himno de la CUT” y muchas otras? ¿Violeta otra vez?   Claro que no. El autor de los himnos que hoy se cantan en el mundo entero, en todos los idiomas, fue Sergio Ortega Alvarado. Y les voy a contar algo sobre él, porque la mayoría de ustedes no lo saben, y Sergio se merece el reconocimiento y el homenaje de todos los revolucionarios del mundo, que están entonando  sus cánticos  emocionantes.

Fue un compositor, pianista, poeta y político chileno, militante del Partido Comunista.

Nació en Antofagasta, 2 de febrero de 1938 y falleció en el exilio en  París, el 15 de septiembre de 2003.

Dedicó su vida a la música, estudió desde muy joven con los mejores maestros y compositores de la época y luego en el  Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile. Después de graduarse, trabajó en el Instituto de Extensión Musical y seis años como sonidista en el Teatro Experimental de la Universidad, en el Teatro Antonio Varas.

Para mí, su principal mérito es haber sido el compositor de todos esos himnos que resuenan en todo el mundo, especialmente ”Venceremos” y “El Pueblo Unido Jamás será vencido”. Los cantaron en portugués en la campaña de Lula, los cantaron en castellano en la campaña de Petro en Colombia, en castellano también para darle el triunfo a Castillo en Perú. Pero ni siquiera sabemos  en qué otros lugares y lenguas se han entonado, aunque al menos en  Australia en inglés, en Francia en francés para apoyar el triunfo de Jean-Luc Mélenchon,  hasta en Japón se ha cantado el “Venceremos”.

También  escribía otro tipo de música, por  ejemplo, la banda sonora de la obra de Neruda sobre Joaquín Murieta,

Yo lo conocí  en la embajada de Panamá porque estuvo asilado allí con mi familia y conmigo,  junto con muchas otras personas. No se quedó en Panamá sino que se trasladó después a Francia, allí desarrolló grandes trabajos  musicales, impartió clases y dirigió una   importante escuela de música.

Es un gran orgullo para Chile que los himnos de Sergio Ortega se hayan convertido en universales. Pero si en Chile no se conoce o se conoce muy poco quién fue el autor de todo esto,  imagínense en el exterior: no tienen idea de quien compuso lo que están cantando.

El himno ”Venceremos”  es un cántico de triunfo. Lo hemos cantado en Chile y en otros países y muchas veces fuimos derrotados. Pero eso no importa, porque las canciones revolucionarias traspasan el tiempo e inspiran a sucesivas  generaciones, como “La internacional” que se considera el himno de los revolucionarios del mundo y “Le Temps des Cerises”, el canto de la Comuna de París. El “Venceremos”  lo cantarán nuestros hijos y quizás nuestros nietos, y ellos sí vencerán.

Por eso, compañeros, yo insto a todos los chilenos a conocer a Sargio Ortega, y a procurar que se le rindan  los debidos homenajes tanto en Chile como  en  el exterior.