El Pantanal, el mayor humedal de agua dulce del mundo cuyo territorio se divide entre Brasil, Paraguay y Bolivia, se está secando debido a la degradación del suelo y tuvo en 2021 el año más seco en cuatro décadas, según un estudio divulgado el 11 de noviembre.

Realizado por la iniciativa Mapbiomas, la investigación alertó que el año pasado, el área húmeda del bioma no pasó de los 1,6 millones de hectáreas, lo que representa un 76 por ciento menos que los 6,7 millones de hectáreas que tenía en 1985, cuando se iniciaron los estudios.

Además, Mapbiomas advirtió que el Pantanal se está encogiendo incluso en los períodos de crecida del nivel del agua. En la última, en 2018, las aguas cubrieron 5,1 millones de hectáreas, 2,1 millones menos que el área anegada en 1988.

«Lo que vemos es una caída preocupante de los campos anegados. Además de menos extensas, las áreas han permanecido encharcadas por menos tiempo. En general, el período de crecida duraba cerca de seis meses, y hoy dura como máximo dos o tres meses», explicó el geógrafo Marcos Rosa, uno de los investigadores de Mapbiomas.

El flujo de las aguas del Pantanal lo determinan las lluvias y la capacidad de las nacientes y los ríos que están situados en el área de la cuenca del Alto Paraguay. Las aguas del río Paraguay son esenciales para las inundaciones en períodos de sequía y subida.

La deforestación en el entorno de las nacientes de los ríos, con ocupación por plantaciones, la agradación de los ríos y los cambios en el ciclo de lluvia, atribuidas a una menor humedad procedente de la Amazonía, son las principales razones que explican los problemas que enfrenta actualmente el Pantanal.

Mientras que el Pantanal tiene el 83 por ciento de su área preservada, en la cuenca del Alto Paraguay apenas restan el 43 por ciento de las llamadas áreas de preservación permanente.
La instalación de varias pequeñas centrales hidroeléctricas en los ríos de la región también es otro de los motivos apuntados por alterar el flujo de las aguas que llegan al Pantanal.

«Incluso en las épocas de sequía, las áreas anegadas totalizaban alrededor de 2 millones de hectáreas. Ahora, son menos de la mitad», dijo Rosa.

Otro factor que afecta al Pantanal son los incendios que se registran, que afectan el suelo al dificultar su recuperación natural. En 2020, la zona vivió la peor ola de incendios de su historia, que quemaron una cuarta parte de todo su territorio.

Considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Pantanal cuenta con 250.000 km² de los que el 60 por ciento están en Brasil. En él viven 600 especies de aves, 124 de mamíferos, 80 de réptiles y 60 de anfibios.

CGTN

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