POEMA

 

 

 

Durante dos días
el viento del norte
en los alrededores
sopla muy fuerte,
Pero no
no me da frío
porque me
habla de ti…

¿Qué estás haciendo?
Te imagino
en tu casa,
en tu cocina.
El débil amanecer,
tan pronto como se levante,
un cigarrillo,
dos, tres cafés,
tus pasos te llevan
al bosque…

Pero tu corazón se arrastra…
Le gustaría,
simplemente,
ser acunado,
suavemente,
tu mano sostenida,
y la promesa
en tu piel desnuda
de una caricia.