¿Qué nos está pasando que no nos da tiempo para nada?

Hace unos días pude hablar con una señora que iba a trabajar, por circunstancias pregunté inocentemente si tenía prisa, a lo que me respondió que siempre va con prisas. ¿En serio? Menuda vida lleva.

Si optamos por etiquetar todo como “urgente”, la urgencia dejará de ser tal para convertirse en lo normal.

Nos dejamos el alma en casa de tanto correr hacia ninguna parte. Corremos entre un acto y otro para poder perder el tiempo en cosas banales en lugar de dedicar el presente para apreciar el regalo que es este preciso instante.

Tenemos todo el tiempo del mundo, ¿por qué limitarlo a lo que dicen unas manecillas de un reloj? Nos marcamos horarios para vivir cómodamente pero al final nos esclavizan y nos convertimos en sus prisioneros. Las manecillas se convierten en rejas de una prisión de la que difícilmente podemos escapar, más que nada porque no vemos la prisión, es nuestra forma de vida. Prisioneros de un tiempo que no existe, pues el tiempo es solo un concepto.

Vivimos rodeados de videotrucos, talleres, cursos y libros sobre la gestión optima del tiempo o sobre cómo controlar el estrés positivo, pero no nos da la vida para nada, ni para verlos, leerlos, comentarlos o asimilarlos.

Aprendamos a valorar nuestro tiempo y recordemos, con tanta oferta gratuita, que cuando algo es gratis el producto eres tú, (un guiño a mi amigo Jesús). No consumas algo innecesario con la excusa de que sea gratis o barato. Valora tu tiempo, gestiona tu tiempo de una manera óptima y tendrás menos estrés.

A mí, personalmente, me gustan los talleres presenciales, me gusta conversar, hablar, escuchar y sentir la energía del grupo. En presencia aprendo mucho del prójimo. También me gusta ver conferencias y charlas en vídeo, pero con tranquilidad, dándome mi tiempo. Disfrutando y apuntando las ideas que más me gustan. Integrando los mensajes que recibo. Por eso soy un poco crítico con esos congresos temáticos maratonianos pues no los disfruto.

En cuanto cursos gratuitos online hay infinidad de ofertas, algunos hasta tienen la opción de descargarte un certificado de aprovechamiento. Se pueden hacer en varias semanas. Según un estudio realizado por una plataforma mexicana de cursos MOOC solamente un 15% de los cursos MOCC gratuitos de otras plataformas se terminan, la plataforma que hizo el estudio tiene el mayor porcentaje alcanzando un 40% de alumnos que finalizan los cursos que ellos ofrecen.

A mí, personalmente, los cursos online que más me gustan son aquellos que te hacen trabajar, pensar, estudiar, investigar, los que te motivan para aprender más, de tal manera que cuando acabas el curso tienes un listado enorme de libros por leer y documentales recomendados. Un libro te lleva a otro libro, un curso te lleva a otro curso.

El conocimiento no tiene fin y el camino hacia la sabiduría es largo pero como cuando corres un maratón hay que dosificar las fuerzas o acabarás quemado antes de llegar a la meta y en el mundo del saber no es tan importante llegar a la meta como disfrutar de toda la carrera, hasta de las cuestas arriba.

Gestionemos nuestro tiempo recordando que en este mundo de prisas e inmediatez, cada instante que pasemos con nosotros mismos es un auténtico privilegio.

Cada noche me doy unos minutos para interiorizar todo lo experimentado. Me gusta recogerme en mi silencio interior y pensar, reflexionar, aprender de cada una de las experiencias vividas a lo largo del día para poder, con el tiempo, escribir sobre ellas y compartir lo aprendido, ¿qué otro sentido tiene adquirir conocimientos si no es para compartirlos?