¿La irrupción es conciencia inspirada?¹

 

¿Irrumpió una mariposa? No: irrumpió el rayo del sol.

¿Por qué me irrumpen las imágenes que no quiero?

¿Cuánto tiempo más voy a vivir con irrupciones?

Irrumpen mis imágenes fatídicas.

Quiero que irrumpan las verdaderas, ¿cuáles?

Irrumpe el olor del pan recién cocinado.

Irrumpe una persona que no quiero.

Irrumpe algo inesperado.

Irrumpe el caos, irrumpe la pelusa que molesta.

Tengo ganas de irrumpir en la vida de alguien.

 

Irrupciones peligrosas

Irrupciones que no sabes qué hacer con ellas.

Irrumpe la maldad

La irrupción es una señal.

Nosotras irrumpimos en un espacio en el que no estábamos permitidas, y este es un momento de la Singularidad de los nuevos tiempos.

El único modo de salir de la anestesia es con una irrupción.

La irrupción del eterno pedir disculpas.

La irrupción de la posible finitud.

Voy de interrupción en interrupción, pero la irrupción es más interesante.

Cuando irrumpe la inspiración, ¿desde dónde estoy mirando?

 

¿Qué irrumpe en las mujeres que se inspiran para solidarizarse con las otras mujeres?

El boicot y la protesta irrumpieron de manera explosiva en un mundo que se va.

Refugio, trinchera, terreno y delirio,

frontera, límite, placer y peligro.

¿Son irrupciones?

La muerte irrumpe. En la vida todo irrumpe.

Irrupción de la conmoción.

La irrupción de la duda; antes que la certeza.

La irrupción como de la curiosidad, por necesidad de mutar, de no quedarse aferrada demasiado tiempo a nada.

La irrupción de la espina de que hay otro mundo.

La irrupción de la vacuidad como lo único posible.

Es una irrupción: Incomodar, como una manera de expresar nuestro disgusto e inconformidad, como una forma de interpelar o incluso de boicotear una situación?

Irrupción del límite del sí mismo.

A veces, solo a veces, en un profundo estado de soledad, irrumpe en mi la caída en cuenta de que veo al mundo a través de una pequeña ventanita.

La irrupción del resistir a los mandatos.

La irrupción para combatir la sobredosis de soledad y aislamiento al que somos sometidas.

¿Estas son las irrupciones que interesan o hay otras?

 

No solo son irrupciones psíquicas, (a veces mal vistas), algo pasa en nuestro sentir y pensar que lo cambia todo.

Hay que observarlas porque nos dicen más de lo que creemos.

 

Creo que las interrupciones son como saltos del pensamiento donde voy de un lugar a otro sin proponérmelo. Me gustaría darle una continuidad al pensamiento, pero también es cierto que si esto no pasara, no tendría forma de darme cuenta de que es lo nuevo, eso que irrumpe en una secuencia cómoda o conocida de mi ser.

Esas formas del saltar en el pensar que me va permitiendo acceder a nuevas miradas y nuevos registros de lo que me pasa o de lo que veo que pasa entre nosotras.

Porque si hay algo que me interesa es ver cómo me interrumpo o nos interrumpimos ante una irrupción, para aprender a ver nuevas imágenes de situaciones que tenemos naturalizadas pero no son naturales.

Este interrumpirnos es político, social, humano y es, también, poner afuera la irrupción de lo que nos está moviendo hacia un mundo que ya nos queda chico y que queremos que se amplíe hacia formas más humanas.

 

Las brujas son mujeres que percibieron una señal milenaria, esa señal se fue transmitiendo de generación en generación, una señal como irrupción en el espacio; y ahora, nosotras nos juntamos, conectadas con esa señal.

 

Independientes en nuestras vidas; pero cuando nos acercamos, actuamos al unísono, tenemos la sensibilidad para darnos cuenta que le pasa a la otra.

Nos ayudamos compasivamente y con esa bondad conectamos para solidarizarnos con la otra y sentirnos integradas.

Compartimos experiencias, tal vez de una forma arrebatada, pero lo que nos impulsa es ese sentir juntas. Somos revolucionarias, transformaremos el mundo ya, ahora mismo, hay energía dispuesta a la acción, no hay miedo al mundo violento, todo lo contrario, salimos al encuentro de una nueva irrupción.


¹ Apuntes de Psicología I, II, III, IV. Silo. Pág. 158 a 160.

Bibliografía
Cartografiar en femenino: Ana Rossetti; Borrador para un abecedario del desacato: Vir Cano; Luz en lo Oscuro: Gloria E. Anzaldúa; Deslenguadas desbordes de una proletaria del lenguaje: Valeria Flores; El Abanico de Seda: Lisa See; Interrupciones, de Val Flores