POEMA

 

 

 

 

El aire y el viento

y el sol de cada mañana,

componen canciones

cada madrugada.

 

Notas que vuelan

como luceros ardientes,

voces al alba

que gritan en el sendero

como una cruzada

de amores callados

en la alborada.

 

¿Qué buscamos

en la tenue cañada

que altera el futuro

de nuestro alma?

 

¿Qué sentimos ante un poema

que se clava como una espada

en el corazón

de nuestras entrañas?

 

¿Dónde vamos

batiendo nuestras alas

que rompen nuestra piel

brotando las llagas?

 

El camino es largo

o corto según la daga

que llevemos en el cinto

de nuestra vida callada.

 

Canto al mañana

por no llorar

lágrimas cansadas,

ojeras encarnadas

en visiones amargas.

 

Canto al mañana

para poder cambiar

la huella dejada

en el azul del mar,

en la tierra mojada

y así poder anidar

en la cresta de la montaña

y con orgullo mirar

mi obra cantada.

 

Canto al mañana

para ti,

mente sabia

que escuchas la campana

de mi barco atracado

en la ensenada,

de mi diario

que entona la música

de una versad olvidada.