Se prepara una marcha a Bruselas el 30 de septiembre y el 1 de octubre para seguir denunciando las políticas migratorias europeas

La Caravana Abriendo Fronteras 2022 ha llegado este domingo a su fin en Barcelona tras casi 10 días recorriendo distintos puntos fronterizos, que han marcado los desplazamientos forzados en el pasado y en la actualidad.

La Caravana fue recibida este sábado con una cena popular a cargo del sindicato de trabajadoras del hogar y los cuidados, Sindillar, y ha finalizado su última etapa con una ruta por el legado esclavista y colonial de Barcelona. “Somos un continente construido desde el expolio. Y se continúan colonizando los cuerpos y las tierras”, han manifestado las activistas concentradas bajo la estatua de Colón, después de guardar un minuto de recuerdo por las víctimas y desaparecidas en la masacre de Melilla.

La ruta de esta caravana solidaria empezó el 15 de julio en Irún, donde se inauguró un monolito a unos metros del Bidasoa, “En doloroso recuerdo de los migrantes que dejaron aquí su último aliento. Fronteras que cierran el paso a los migrantes que abren caminos»[1]. Posteriormente, se han visitado lo que fueron los campos de concentración de Gurs y Rivesaltes, así como la playa de Argelès, que fue el destino inicial de muchas de estas personas exiliadas. También se visitó la maternidad de Elna.

Mientras la primera etapa estuvo marcada por la memoria del exilio y el reconocimiento a la resistencia de las personas desplazadas, tanto por la Guerra Civil española como por las políticas migratorias de la Europa Fortaleza, la segunda se caracterizó por el encuentro con colectivos y las luchas en las fronteras.

Llegando a Venaus, conectamos con compañeras de Centroamérica. Madres y hermanos de personas desaparecidas que mantienen su lucha por la justicia, verdad y reparación.

En Oulx visitamos el Albergue Fraternità Massi, un espacio de acogida de personas en tránsito, como La Pausa en Baiona que conocimos en la primera parte de esta Caravana. En 2017- 2018 empiezan a pasar por Claviere y a partir de 2020 cambia el perfil de las personas: más familias con criaturas que vienen de la ruta balcánica. En invierno la temperatura llega a -15°, sumado al control policial establecido en el monte, suman 46 muertos desde 2015,  informó Piero Gorza, de On Borders. Además, existe una política sistemática de expulsión. Cada vez que pasan una frontera, valiéndose del convenio de Dublín se les “invita” a ir al país anterior. “En las expulsiones se ve la complicidad de la policía de los dos lados”, señaló la abogada de la red, Martina Cociglia.

Del lado francés, los y las activistas de Tous Migrants explicaron como profesionales  y guías de  montaña se han organizado para dar apoyo a las personas  que intentan cruzar: han abierto cabañas, hacen expediciones buscando gente… También han organizado la acogida, primero en casas particulares y posteriormente en los dos refugios de Briançon.

Como se observa en toda la Caravana, la respuesta de los gobiernos y de la UE ante el paso de personas es la militarización de las fronteras. En Briançon el gasto militar por día es de 40.000€, con una población de 12.000 habitantes. “Ha habido muchas denuncias y acoso policial. Amputaciones por congelación, lesiones, etc”, explicaron.

En San Didero, además de conocer la experiencia de acogida, destaca la lucha contra el tren de alta velocidad desde hace 30 años. “Están destruyendo árboles, devastando nuestras montañas, con consecuencias irreparables «, apuntó Gianna de Masi, miembro de Carovane migranti y del movimiento No TAV. “Luchamos por el medioambiente, la salud, el buen uso del dinero público y los derechos de las personas migrantes.”, resumieron las activistas.

Ya en Turín conocimos La Cricca, un espacio de resistencia que está en la Red Arci. Arci nace en 1957 en Florencia y actualmente son centros para que las personas jóvenes puedan buscar trabajo y dar clases de italiano a personas que han llegado. “Para juntarse, hablar y romper estereotipos”, resumen. “Quizás no podamos cambiar el mundo, pero sí una parte del barrio”, apuntan.

Allí descubrimos Pit Stop: una iniciativa que da apoyo concreto y puntual a las personas en tránsito (preparar mochilas, curar heridas, comprar billetes…), y Language Aid: una plataforma libre y gratuita abierta que busca ayudar en la comunicación en situaciones de emergencia, respetando y promoviendo el uso de las lenguas propias de los diferentes países y territorios.

La Caravana ha seguido denunciando los Centros de Internamiento de Extranjeros y reclamando su cierre. Así, realizamos una acción frente al CPR de Turín y tuvimos un recuerdo para Moussa Balde, un joven guineano que murió por la falta de atención médica en el CPR tras sufrir una brutal paliza racista en la Liguria.

Durante el recorrido, hemos conectado personas, colectivos y luchas en diferentes territorios. A los dos lados de la frontera hispano francesa (del lado de Euskadi y del lado de Catalunya), el paso entre Francia e Italia y en Aragón. Como destacaron las compañeras de Carovane Migranti, Linea d’Ombra y Rete Antirazzista Catanese, Tous migrants, el objetivo es el de seguir tejiendo redes, entre territorios y entre diferentes ejes temáticos.

Nos ha acompañado la ‘manta de la memoria’, un proyecto que nace de las madres que buscan a sus hijos e hijas desaparecidos y bordan sus nombres y los de otros hijos e hijas que no pudieron completar su proyecto migratorio. Empezaron bordando cuatro y ya hay más de 100 mantas en Italia. “Bordar el nombre de estas personas es un ejercicio de memoria”, apuntan las madres.

La Caravana Abriendo Fronteras pone fin a su ruta 2022, pero sigue trabajando y preparando una marcha a Bruselas bajo el lema “Rights, no deaths” para el 30 de septiembre y 1 de octubre. El mensaje: señalar la responsabilidad de los gobiernos europeos en la muerte de las personas en movimiento y reclamar derechos para todas.

 

[1] Versos del bertsolari Amets Arzallus, autor del libro Miñan Hermanito.