POEMA

 

 

 

 

Siento pasar los días 

Veo correr las noches 

Aprisiono los atardeceres 

Pero  ¿qué hay de mi destino?

 

Escucho las promesas

Acaricio las ofertas 

Pruebo nuevas oportunidades 

Pero ¿qué hay de mi destino?

 

Abrazo a las olas enfurecidas 

Envuelvo a los rayos solares que carcomen

Detengo a las tormentas que se acercan

Pero ¿qué hay de mi destino?

 

Lo arriesgo todo 

Enfrento a mis más viejos temores 

Sacudo el polvo de la mala suerte

Reacomodo las piezas mal puestas 

Atraigo las vibras superiores 

Pero ¿qué hay de mi destino?

 

Preguntando sigo

Perdiendo y encontrando emociones

Cambiando de territorios 

Dejando espacios 

Acompañando nuevas amistades 

Pero ¿qué hay de mi destino?

 

¿Qué hay de mi destino?

Ese que persigo sin conocer, 

sobre el que me fijo sin palpar,

al que menciono sin agonizar

y el que siempre me mueve

hacia todos y ningún lado.

 

¿Qué hay de mi destino?

Cuando ni siquiera se llegar a él.

¿Qué hay de mi destino?

Cuando desconozco al propio destino

¿Qué hay de mi destino?

Cuando nadie se ha devuelto del mismo.

 

Destino,

es lo que busco,

pero antes de llegar al mismo,

primero debo haberlo creado.