¿Qué significa una reunión de los miembros de la OTAN en pleno conflicto bélico entre Ucrania y Rusia? ¿Qué se busca ante este despliegue jamás visto lleno de voces belicosas? ¿Qué les ocurre a los estados que aumentan sus presupuestos en armamento en detrimento de la población civil? ¿Por qué no está representadas naciones unidas en esta cumbre de Madrid? ¿Qué mensaje quieren mostrar al mundo con este despliegue que paralizará la capital de un país? ¿Qué intenciones  y propuestas se van a tratar a puerta cerrada? Son numerosas las preguntas que están sin respuesta. Al ciudadano se le oculta decisiones que después repercutirá en su estado de bienestar como ya está ocurriendo. Los políticos una vez más se hacen acreedores de la verdad absoluta y actuarán según sus intereses geopolíticos, no según los intereses de los ciudadanos del mundo y de la paz.

Más de seis mil funcionarios de 50 delegaciones de países serán los que lleguen a la cumbre en la capital de España con sus respectivos Jefes de Estado, un desplazamiento abusivo que originará grandes atascos en la ciudad dificultando el movimiento libre del ciudadano, declarando la cumbre de riesgo y tomándose medidas de seguridad excepcionales. Un gasto económico total inmenso que será pagado por todos los ciudadanos. Son treinta países los que componen la Organización del Tratado Atlántico del Norte. Ya parece que solo tenemos un problema, una guerra entre dos países que podría haberse evitado con voluntad política y diplomacia, una guerra que ha llevado a los ciudadanos europeos a ser más pobres al limitar la energía y como consecuencia, a que se incremente la hambruna en el mundo. ¿No podría haberse solucionado de otra forma? ¿Para qué se les paga a los diplomáticos? Un error más como el realizado contra Irak. La historia se repite por medio de intereses egoístas con consecuencias aún imprevisibles. ¿Por qué en lugar de la cumbre de la OTAN no se ha celebrado la Cumbre de la Paz?

Y mientras tanto, otros países colindantes con Rusia anuncian querer ingresar en la OTAN a sabiendas que podría desembocar en una tercera guerra mundial. ¿Se han vuelto locos los políticos? ¿No hay otra forma de solucionar los conflictos que no sea mediante el uso de la fuerza y de las armas violando derechos humanos? ¿Esa es la lección que nos ha dado la historia a la humanidad? ¿Es ésta la dignidad del ser humano que está siendo pisoteada por los responsables del fracaso diplomático? ¿Se soluciona todo enviando armas para seguir matando? ¿Se ha vuelto el mundo loco? Con un gravísimo problema del cambio climático a nuestras espaldas, países como Alemania vuelven al uso del carbón como energía por no querer dialogar  y ser víctimas del belicismo que muchos representantes de los ciudadanos ostentan con orgullo. Todo esto es un fracaso como sociedad humana y como tal, deberíamos cambiar de rumbo radicalmente y buscar fórmulas para evitar que el conflicto bélico siga extendiéndose, en lugar de fomentar cumbres belicistas donde sólo se hablara de acuerdos, de sanciones y de intentar destruir la economía y la sociedad de un país entero que no tiene la culpa de que sus dirigentes hayan decidido violar los derechos territoriales de otro país. ¿Se actuará de igual forma contra esos países que invaden las tierras de los pueblos indígenas y permiten su exterminio? ¿Se actuará igualmente contra esos países corruptos que mantienen a sus poblaciones totalmente abandonadas y con hambre mientras la cúpula nada en la abundancia?

Marruecos acaba de asesinar al menos a 37 inmigrantes que querían saltar la valla de Melilla, produciéndose además, cientos de heridos. Una actuación desmedida en la que el Gobierno de España calla. Nuestro presidente Sánchez en una de las declaraciones más vergonzantes escuchadas de un país democrático y que por supuesto no representa el sentir de los españoles, ha declarado en varias ocasiones que “el asalto había sido violento y bien resuelto”. ¿Se actuará contra los responsables del asesinato de 37 inmigrantes que intentaban pasar a nuestro país con la esperanza de tener un futuro mejor? ¿Esto no es violación de los derechos humanos? ¿Este es el acuerdo al que ha llegado España y Marruecos para reprimir con contundencia las entradas a nuestra frontera? Más 900 personas fueron detenidas… ¿A dónde se les han llevado? ¿Al interior del país o para abandonarlos en el desierto? España debe pedir responsabilidades por esta matanza de inmigrantes sin armas de igual forma que se pide responsabilidades a Rusia. Demasiadas preguntas que caen de mi tintero, con tinta roja y con nuestras manos manchadas de sangre por los intereses geopolíticos.

El Presidente de España culpa del asalto, como lo llama, de Melilla, a las mafias. ¿Qué mafias existen en el monte del Atlas en Marruecos, donde miles de inmigrantes han huido de sus países por el hambre, la guerra y la corrupción de sus gobiernos que les ha obligado a salir con lo puesto buscando una esperanza de vida? ¿No lo haría él o nosotros en las mismas circunstancias? ¿Por qué en lugar de echar la culpa a las mafias casi inexistentes, no se culpan y se realizan sanciones a los países de origen al permitir las guerras, los odios, las corrupciones…? Dicen que los que llegan son gente muy fuerte, en buena forma… ¿cuántos han muerto en el camino? Millones de personas, los más débiles, las mujeres, los niños, las personas mayores. Cuántas lágrimas habrán derramado en su viaje hasta el muro. Seguramente ya no tienen por quién o por qué llorar. Solo la supervivencia de un ser vivo les hace seguir adelante sin importarlas consecuencias. Ante esto, no se soluciona con las balas, las porras, las alambradas que rajan sus cuerpos desnudos. Se soluciona yendo al origen que produce estas inmigraciones. Tampoco se soluciona con acuerdos del país vecino, para que sus represiones sean más contundentes hasta llegar al asesinato como crimen de lesa humanidad.

Este es el panorama con el que nos enfrentamos la sociedad civil que no tenemos culpa de las malas políticas de nuestros representantes, de la ineptitud de muchos de ellos, de la ignorancia y del pasotismo abusivo para guardar sus sillones y sus buenos sueldos que pagamos todos nosotros.

La cumbre en Madrid hubiera sido formidable, si Naciones Unidas y Rusia hubieran participado en la misma, se hubieran sentado con el resto de los países para buscar una solución de Paz y no como está orientada, buscando la forma de dañar más a un enemigo acorralado que puede cometer una locura si no le dan otra opción de salida.

Hay tantos frentes que solucionar en nuestro mundo, que parece inconcebible que tanto Rusia como el resto de los países vean en este conflicto lo único que tienen que resolver, cada uno sin bajarse de sus ideas o de sus miedos.

Y mientras, cuerpos sin vida y tumbas del olvido se alzan en Ucrania, en los soldados de Rusia enviados al matadero, en los campos de refugiados donde el hambre y el horror es compañía diaria, en los que huyen por el mar en esas barcas que los llevan a las profundidades del mar perdiendo toda la esperanza, en esas vidas llenas de ilusiones que ven al otro muro la única forma de sobrevivir, en esos pueblos indígenas asesinados y despreciados por los gobiernos en un genocidio étnico y cultural, en esas más de mil personas muertas en Afganistán por un terremoto y los cientos de heridos en un país castigado por la violencia y la guerra interesada, en esas personas que mueren a consecuencia de inundaciones y desastres naturales producido por el cambio climático, en esas poblaciones como en Yemen o el Cuerno de África donde el hambre está llevándose a la tumba a millones de niños y personas sin que nadie haga nada por evitarlo, en esos asesinatos de odio machistas contra las mujeres en muchos lugares del mundo…..tumbas olvidadas bajo el paraguas de la ingratitud y la incoherencia de una política mal establecida y dirigida, llena de ambiciones y de poder que arrasa los sentimientos y se olvidan de la dignidad, única bandera que debe unirnos para avanzar.

Solo espero que todos estos graves problemas que asolan a la sociedad mundial, sean resueltos con un mínimo de inteligencia, para que el futuro de nuestros hijos y el de las generaciones futuras, sea un  lugar apacible, lejos de la histeria bélica y si de un ambiente de paz y armonía con la naturaleza.