La elección presidencial francesa del pasado mes del pasado mes de abril no resolvió nada, sino la prolongación del mandato de Emmanuel Macron, lo que dista mucho de responder a las cuestiones que inquietan al pueblo galo. Aunque Macron dilató la formación de un nuevo gobierno cuanto pudo, logró apenas formar un gabinete de utilería, sin programa claro y sin prioridades netas, con una primer ministro de descarte. Tal ambigüedad no es sino el reflejo de la falta de apoyo popular: su elección fue el resultado del rechazo a Le Pen acompañado de una gran abstención.

Las elecciones parlamentarias de junio podrían darle un vuelco significativo a esta falta de visión y de voluntad políticas: gracias a su excelente votación (22%), Jean-Luc Mélenchon logró reunir por primera vez en mucho tiempo a todas las izquierdas francesas en una sola propuesta programática. Así, La France Insoumise (LFI), los ecologistas, el PC, el PS y otras organizaciones que cuentan además con el apoyo del NPA (nuevo partido anticapitalista), proponen una amplia lista de candidatos que podrían obtener la mayoría parlamentaria. Como lo anunció el propio Mélenchon, “se trata de elegirme primer ministro”: el presidente debe nombrar como jefe de gobierno al representante de la mayoría parlamentaria que será elegida los días 12 y 19 de junio.

En efecto, la Constitución francesa determina que el presidente preside, y que el gobierno de mayoría parlamentaria, gobierna. Es el detalle que hizo posible la “cohabitación” de un presidente de izquierdas (François Mitterrand) con un gobierno de derechas (Jacques Chirac/Édouard Balladur), y luego la “cohabitación” de un presidente de derechas (Jacques Chirac) con un gobierno de izquierdas (Lionel Jospin).

Los franceses residentes en el exterior cuentan con sus propios diputados. En la circunscripción América Latina el candidato de la coalición de izquierdas es un franco-chileno: Christian Rodriguez.

Ni qué decir tiene que su elección es extremadamente importante por muchas razones. Entre ellas darle mayoría a un gobierno de izquierdas, ofrecerle una verdadera representación parlamentaria a los numerosos franco-latinos de América Latina, darle a la Union Europea la dimensión social que nunca tuvo, contribuir a la Paz en una Europa que solo aspira a ser un Protectorado estadounidense, generar estabilidad en un mundo que ve desaparecer gradualmente la dominación unilateral de los EEUU, equilibrar los intercambios financieros y económicos entre las distintas regiones del mundo, restituirle a las Naciones Unidas el papel primordial que debe ser el suyo en las relaciones internacionales.

Razones todas que nos llevan a solicitar el voto de todos los franceses residentes en América Latina para Christian Rodriguez. Un militante cuya trayectoria lo llevó del combate de Salvador Allende en Chile, a las luchas sociales francesas y europeas: toda una vida de consecuencia y lealtad políticas, virtudes cada vez más apreciadas en medio del oportunismo ambiente.