La victoria del Pacto Histórico en las elecciones presidenciales de Colombia inaugura una nueva era llena de esperanza.

Por: Iñaki Chaves

Publicado en Mundo Obrero

¡Enhorabuena a Colombia y a lxs colombianxs! Un inapelable triunfo de la ciudadanía y de la democracia que han hecho posible el tan ansiado cambio. Gustavo Petro presidente y Francia Márquez vicepresidenta. Una dupla novedosa por muchos motivos: primera vez que la política tradicional no gobernará el país del sagrado corazón; primer presidente a la izquierda de la sempiterna derecha y primer exguerrillero en ocupar la casa de Nariño; primera mujer afro, ambientalista y lideresa social en la vicepresidencia; primera vez que lxs de abajo están más cerca de lxs de arriba y primera vez que las movilizaciones sociales han provocado un verdadero cambio.

Dicho esto, toca detener un momento el tiempo y reflexionar sobre lo que supone y cómo abordarlo. Comienza lo más difícil: gobernar para todo el país y todas sus gentes en un territorio históricamente dividido y socialmente fraccionado. No será fácil. Habrá que tener mucho tacto para introducir los cambios necesarios y habrá que tener mucha paciencia para lograrlos.

No sólo en las calles para cumplirle a la gente, que deberá armarse de estoicismo y mantener la ilusión, sino en la Cámara de Representantes y en el Senado en donde el Pacto Histórico tendrá que saber navegar con firmeza pero con flexibilidad para mantener la nave del cambio a flote y en su rumbo.

La metamorfosis social no se verá de la noche a la mañana. No nos acostaremos como un complejo y cabizbajo G. Samsa y nos levantaremos como una bella y alegre mariposa amarilla. El camino será tortuoso y largo, y las piedras dificultarán su recorrido; aunque caminar nos acercará al sueño, a la utopía del cambio. No valdrá con cuatro años, se necesitarán más, tal vez toda una generación para lograrlo. Pero es un primer, trascendental y necesario paso adelante.

Con todas las dificultades, con todos los enemigos de siempre y con los amigos repentinos e interesados, con las violencias estructurales y con las desigualdades e inequidades, que no desaparecerán de repente; pero el momento, por fin, ha llegado. Coraje y fuerza, hasta que la dignidad se haga costumbre, hasta que vivir sabroso sea lo natural y hasta que Colombia se convierta en una potencia de vida.

Por la paz y la justicia social, bienvenidxs el Pacto Histórico, Gustavo Petro presidente y Francia Márquez vicepresidenta.

 

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