POEMA ILUSTRADO

 

 

 

 

El ángel camina fuera del círculo

marcando el salto de lo posible.

 

Mira y sonríe cuando le encuentro,

como dos niños, somos de nuevo viejos amigos.

 

Y su mirada cruza mi vida como un relámpago atemporal,

me lleva al nuevo mundo diamantino

y me corona con la redención del Uno.

Yo le sigo, le busco, le sueño, le anhelo

vivo por él.

Muero de sed en el desierto

abro las cañas en su piel

le siento dentro.

Y en la fresca tersura de su verde interno,

encuentro mi laúd.

Mi serena canción sopla en el viento

los cantos de mi corazón,

solo expresión del encuentro infinito

 

Hoy he visto todos los colores

en las cinco puntas de la estrella áurea,

sí, danzaré sobre la estrella

y en la corona de su gracia, al fin podré besarte

ángel de mis entrañas.