Esta es la décima de la serie prometida, como hemos visto estamos rodeados y acompañados, alimentados y sanados por grandes talentos. Fueron tan solo diez los ejemplares que recorrimos juntos, y dicen los que saben que contamos en nuestro planeta con más de veinticinco mil vegetales con propiedades medicinales. Abundante riqueza que ancestralmente hemos sabido aprovechar, y que ahora estamos comenzando a recuperar en su utilización y prácticas diarias. 

Nuestras sanadoras y sanadores, nuestros chamanes o brujas, nuestras curanderas y curanderos utilizaron por milenios estas medicinas y hoy la ciencia comienza a reivindicarla por la fuerza de la razón y un regreso a los orígenes, el camino del corazón.

Por Horacio Mesón

Originaria de la India y del sudeste asiático el uso de la cúrcuma se remonta a más de 4.000 años. Escrito en uno de los tratados de medicina más antiguos de China (del 2600 AC): Pentsao de Sheng Nung ya menciona el uso como tratamiento para el dolor articular. La palabra cúrcuma, deriva de la palabra Kartuma en sánscrito, que más tarde fue Kurkum en persa antiguo, pronunciado hoy kurkum o kharkum en árabe.

Se usaba como especia, como colorante de prendas y colorante de alimentos, pero también como cosmético y medicamento. Esta especia se intercambió durante las transacciones comerciales, por lo que rápidamente se encontró en toda la Península Arábiga y en el Cercano y Medio Oriente. Esta es la razón por la cual su uso se figura tanto en la medicina tradicional asiática como en la árabe. Está muy presente en los ritos religiosos entre los hindúes, dondes se usa durante bodas y nacimientos como un símbolo de auspiciosidad. Es tanto en Asia como en África una base para muchos productos de belleza.

La cúrcuma, una gran aliada.

Se cultiva en regiones tropicales y subtropicales, pero principalmente en la India y el sudeste de Asia. Crece en altitudes entre 400 y 1.000 metros sobre el nivel del mar. Esta planta requiere un clima cálido, entre 30 y 35°C, suelo arcilloso húmedo y bien drenado y un pH entre 5 y 7,5. Seis o siete meses después de la siembra cuando las hojas y el tallo se han secado los rizomas de cúrcuma están listos para ser cosechados, luego serán hervidos, secados y reducidos a polvo. Hay casi 80 especies en el género sin embargo la más conocida y más utilizada es la Longa. Su nombre científico es Cúrcuma longa.

Nuestra amiga contiene 64,9% de carbohidratos; 7,8% de proteínas; 9,9% de grasa; 11,4% de agua; minerales y vitaminas C, B1, B2, B3, B9. Se puede consumir de diferentes formas: en cápsulas, en tintura madre, pero también en decocción o infusión. Se puede ingerir en polvo, o directamente en los alimentos. Los usos ancestrales han sido confirmados por numerosos estudios clínicos. 

Como regla general solo se ha investigado la curcumina porque es el ingrediente activo en esta raíz que tiene los efectos más beneficiosos para la salud. Debido a su mecanismo de acción se puede utilizar como antiinflamatorio en muchas enfermedades: reumatismo, asma, aterosclerosis, cáncer, enfermedad autoinmune (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, enfermedad de Crohn, psoriasis y colitis ulcerosa). 

Ahora se sabe que la oxidación celular y los fenómenos inflamatorios juegan un papel importante en la génesis de los cánceres. La curcumina a través de su poder antioxidante antiinflamatorio, mostró un efecto inhibidor sobre la carcinogénesis en varios tipos de cáncer (de colon, páncreas, hígado, sangre, etc.) y en diferentes etapas, se sabe que actúa en tres pasos clave de la carcinogénesis: iniciación, angiogénesis y el crecimiento tumoral.

Es bien sabido que en los países donde se consume cúrcuma en altas dosis como en la India por ejemplo, la incidencia de cáncer colorrectal y del tracto gastrointestinal es menor que en nuestros países occidentales. El potencial anticancerígeno de la cúrcuma es muy interesante y las investigaciones aún están en curso pero las primeras pruebas son concluyentes.

Es muy efectiva para reducir los gases intestinales y tiene un efecto hepatoprotector. Para hacer una escueta síntesis podemos decir que los beneficios principales son antiinflamatorio muy poderoso; antioxidante muy efectivo; anti ulcerosa; hepatoprotectora y anticancerígena. Además es un tónico estomacal. Gracias a su componente principal, la curcumina, tiene poderes antioxidantes y es beneficioso para el Alzheimer. Se emplea como tratamiento para problemas de piel, dermatitis y hongos. Es utilizada como remedio para el Síndrome de túnel carpiano. 

Contraindicaciones.

Está contraindicada durante el embarazo debido a que puede ocasionar aborto o hemorragias. También tiene contraindicaciones en el período de lactancia. No deben consumirla las personas que padecen cálculos renales. Está contraindicada para los días anteriores y posteriores a cualquier cirugía inclusive para sacarse una muela.  Esto se debe a que tiene efectos anticoagulantes y se corre el riesgo de hemorragia. No debe consumirse si se toma algún anticoagulante o cuando se consumen suplementos como el Omega 3; Ginko Biloba o Ginseng que también tienen esta última característica. 

Siempre tenemos que revisar, investigar, buscar si eso que vamos a consumir tiene algo que nos pueda afectar de acuerdo al cuadro y situación que cada uno tenga. En mi caso consumo una cúrcuma de origen hindú muy intensa de color fuerte que viene en polvo, por la mañana. Se asimila mucho más con alguna sustancia grasa. Con medio vaso de agua tibia, la mezclo con una cucharadita de polen y otra de miel y así lo he hecho durante años. Puede ser como condimento en cualquier comida, sopas, guisos, etc.

Ahora te darás cuenta porque es una de nuestras mayores aliadas.

Rehuno Salud

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