En vísperas de la fecha en que los armenios del mundo recordamos el genocidio perpetrado por los Jóvenes Turcos, y negado hasta los actuales dirigentes del país, llega a Uruguay el canciller turco Chavushoglu con la idea de firmar un tratado con Uruguay. Una visita de un día, durante el cual también inaugura la embajada de dicho país.

Ya de por si, llegar a la Ciudad Vieja, frente a la Plaza Matriz, plaza con un profunda historia, en la misma vereda de la Catedral de Montevideo, encontrarse con un edificio que exponía en los balcones la bandera turca y las imágenes de perpetradores de genocidio era muy fuerte.

Además de ser una fecha notoriamente elegida adrede, las actitudes del personal de la Embajada fueron provocadoras y ofensivas ante los que estábamos realizando una protesta pacifica frente al edificio. Actitud avalada por el mismo canciller turco, quien a la salida y una vez guarecido en su móvil blindado, realizo con la mano la señal de los «Lobos grises» sonriendo y recibiendo aplausos del personal que lo acompañaba.

Para quienes lo desconocen, los Lobos grises son un grupo paramilitar, subversivo, que cuenta con el apoyo del gobierno turco. Persiguen a las minorías no solo en Turquía sino también en varios países de Europa. De hecho están prohibidos en Francia y Austria.

Actitud increíble también del canciller del Uruguay, quien permitió que viniera en esta fecha, un día antes del 24 de abril, fecha de conmemoración del Genocidio Armenio perpetrado por Turquía y más siendo Uruguay el primer país que lo reconoció.

¿Será que los uruguayos deben aprender en carne propia lo que todo esto significa?


*Ana Maria Mahserdjian es hija de sobrevivientes del genocidio