Por María Müller

Los ataques contra civiles, y los pretextos fabricados para intervenciones militares marcaron la historia mundial. No olvidemos el asalto a la emisora alemana en Gleiwitz por presuntos nacionalistas polacos anunció el comienzo de la Segunda Guerra Mundial – había sido gente de la SS-Nazi camuflada. Desde entonces una lista larga de «incidentes» escenificados o afirmaciones falsas justificaron agresiones militares y guerras, principalmente iniciadas por los Estados Unidos y los estados de la OTAN. No olvidemos a los millones de víctimas civiles de estos ataques, pensemos en Vietnam, Afganistán, Líbano, Irak, Libia, Siria, Yugoslavia… sin mencionar las incursiones militares de Estados Unidos en América Latina…

Gran peligro de un ataque falso con armas de destrucción masiva

Hoy, el mundo enfrenta una vez más la grave amenaza de una provocación que eventualmente podría llevar a que las tropas de la OTAN participaran en la guerra en Ucrania – con un desenlace inimaginable. Los líderes de la alianza transatlántica se han opuesto hasta ahora a una operación de la OTAN en suelo ucraniano. Pero en los últimos días llegan a sospechar a voces una acción rusa de armas biológicas o químicas “probable” o “planificada”. Sería inevitablemente el pretexto para la reacción militar transatlántica.

La nueva campaña mediática amenazante nació directamente tras la noticia acerca de experimentos biológicos en laboratorios de la Ucrania, operados por el Departamento de Defensa estadounidense. Las fuerzas armadas rusas encontraron documentos oficiales pertenecientes a los Ministerios de Defensa y de Salud ucranianos que dieron fe de los hechos denunciados. Contenían listas de bacterias y virus altamente infecciosos, así como descripciones de experimentos realizados con ellos. Las fuerzas rusas presentaron el material en un Power Point. https://twitter.com/mod_russia/status/1501930478458179587

Tanto Rusia como China exigen desde entonces que los USA expliquen la finalidad de estos trabajos científicos – denunciando su probable trasfondo militar.

Hay que recordarse que ya en junio de 2020, tras el estallido de la pandemia de Covid-19, Rusia solicitó a la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) el control público internacional de los bio-laboratorios dirigidos por las fuerzas estadounidenses en Ucrania y Georgia. https://www.osce.org/files/f/documents/c/0/454795.pdf

Las advertencias sugestivas crean un clima de acusación

Desde entonces se exaltaron advertencias sugestivas de políticos estadounidenses y europeos, incluidos el presidente Joe Biden y el canciller alemán Olaf Scholz. Sin presentar el más mínimo dato concreto o algunas pistas, claman cada vez más fuerte: si Rusia usara “sus armas químicas” en Ucrania, tendría que enfrentar las consecuencias más severas. Ya que estaría cruzando la línea roja.

El canciller Scholz aumentó aun más la apuesta política. El 23 de marzo advirtió no solo sobre las “armas químicas de Rusia”, sino también sobre sus presuntas armas biológicas.

Los portavoces de la nueva campaña de difamación no se molestaron en fundamentar sus acusaciones con algún dato concreto, alguna pequeña prueba, de que Rusia podría realmente utilizar armas de destrucción masiva en Ucrania. Ni siquiera mostraron alguna foto falsa. Nada.

La hábil distorsión domina la política de información de Ucrania

El presidente Joe Biden argumentó el 21 de marzo con toda seriedad que

«las falsas acusaciones de Rusia, Kiev dispondría de armas biológicas y químicas, muestran nada más que, el mismo presidente ruso, Vladimir Putin, está considerando usarlas en su guerra contra Ucrania».

¡Vaya conclusiones sin lógica para mentes simples! Menos mal que la agencia de prensa Reuters señaló que Biden no cita ninguna evidencia. https://news.yahoo.com/biden-says-putin-weighing-chemical-225852630.html

Los extremistas ucranianos minaban una planta química cerca de la ciudad de Sumy

El día 19 de marzo integrantes de los batallones de Azov colocaron explosivos en plantas químicas y depositaron contenedores con material químico en poblaciones cerca de escuelas o edificios públicos.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el coronel general Mikhail Mizintsev, advirtió el 19 de marzo que en la ciudad ucraniana de Sumy los «nacionalistas» minaron los depósitos de amoníaco y cloro en la planta química de Sumyhimprom. En caso de llegar las tropas rusas, los depósitos serían destruidos y los residentes masivamente envenenados.

A los dos días ya le dieron al botón. Las autoridades ucranianas clamaron que Rusia hubiera bombardeado una planta química en el noreste de Ucrania y arrojado amoníaco tóxico al aire. https://news.yahoo.com/ukraine-rejects-russian-offer-passage-044843514.html Al parecer, los tanques habían sido perforados. Por suerte, el viento alejó las nubes tóxicas de la ciudad de Sumy, por lo que nadie resultó herido. No hubo bombardeo alguno.

Desinformación deliberada por parte del gobierno ucraniano

El representante ruso en el Consejo de Seguridad de la ONU, Dmitry Polyanskiy, dijo el 22 de marzo:

“Las afirmaciones del régimen de Kiev que las fuerzas armadas rusas hubieron bombardeado la fábrica (química) se desenmascaró  como deliberada desinformación. Estamos hablando de hechos concretos. Los nacionalistas ucranianos usan amoníaco como arma. La gente de Sumy ahora sabe que el peligro ya se ha hecho realidad”.

Otra noticia del ejército ruso informaba el 19 de marzo:

«En el pueblo de Kotliarovo en la región de Nikolayev colocaron tanques con productos químicos tóxicos en el edificio de la escuela local de primaria. Son preparados para detonar si se acercan las tropas rusas».

Los documentos de combate del ejército ucraniano contienen datos de plantas de producción química.

El 22 de marzo, otro representante ruso en el Consejo de Seguridad de la ONU, Dmitry Poliansky, informó que las fuerzas armadas rusas se apoderaron de la documentación de combate de la 4ª brigada de la guardia nacional ucraniana. https://russiaun.ru/en/news/stakeout_220322

“Contiene un mapa con coordenadas de todas las instalaciones donde se almacenan o fabrican sustancias tóxicas en el territorio de Ucrania, así como las especificaciones de ciertas sustancias” (!)

Las coordenadas suelen usarse en ataques aéreos. Las especificaciones químicas indican los impactos tóxicos. Ambos son evidencia de que se tratara de un uso bélico – considerando su procedencia de un mapa militar.

Rusia advirtió a la OSCE y la ONU del peligro

Por supuesto, los medios occidentales no informan nada al respecto. A más tardar desde la sesión del Consejo de Seguridad el 22 de marzo los jefes de estado de la OTAN están informados.

¿Cómo reaccionó la OSCE, que se encarga de monitorear las armas químicas de todo tipo? Hasta el momento no desarrolló ninguna actividad al respecto.

Dijo Poliansky al Consejo de Seguridad:

“En numerosas ocasiones hemos advertido a la comunidad internacional contra tales provocaciones, tanto en la OSCE como en el Consejo de Seguridad de la ONU. Además, el 10 de marzo, presentamos al Consejo un documento acerca de varios escenarios de provocaciones químicas de bandera falsa por parte de los radicales ucranianos”.

Una campaña mediática orquestada crea una nueva narrativa

Pero el 20 de marzo la campaña comenzó. Ahora, el representante de EE. UU. en las Naciones Unidas enfatiza que habrá una respuesta agresiva si Rusia usaría armas químicas contra los ucranianos. https://news.yahoo.com/us-ambassador-un-vows-aggressive-140908709.html  

También el 20 de marzo, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, prometió que Rusia enfrentaría una «respuesta significativa no solo de los Estados Unidos sino también de la comunidad mundial» en el caso del uso de armas químicas o biológicas en Ucrania. https://news.yahoo.com/austin-vows-significant-reaction-russia-155951229.html

El mismo día, la congresista republicana Liz Cheney afirma que el uso de armas químicas por parte de Rusia en Ucrania debe ser visto como una «línea roja» por parte de Estados Unidos y la OTAN. https://news.yahoo.com/cheney-chemical-weapons-russia-considered-162054585.html    

El presidente ucraniano Zelensky predice una «Tercera Guerra Mundial» si fracasan las negociaciones con Putin (20.03.22) https://news.yahoo.com/ukraine-zelensky-predicts-third-world-180116337.html

Y el canciller federal Olaf Scholz advierte el 23 por teléfono al presidente Vladimir Putin sobre el uso de armas químicas y biológicas en Ucrania. https://www.nzz.ch/international/krieg-in-der-ukraine-die-neusten-entwicklungen-ld.1613540?reduced=true 

El presidente Joe Biden dijo en la cumbre de la OTAN en Bruselas que si Rusia usara armas químicas en Ucrania, desencadenaría «una respuesta» de la OTAN. https://news.sky.com/story/ukraine-war-nato-will-respond-in-kind-if-vladimir-putin-uses-chemical-weapons-joe-biden-says-12574304

Protección del  flanco político para acciones terroristas con productos químicos.

¿No es entonces peligroso que el canciller alemán Scholz, el presidente Biden y tantos otros políticos están acusando preventivamente a Rusia? ¿No significa que de hecho están proporcionando cobertura a la armada ucraniana? La protección de flanco político despeja el camino a los posibles ataques químicos, brindando impunidad a las fuerzas ucranianas. Si suceden – el mundo va creer de antemano que fueron “los Rusos”, sin pedir ni explicaciones. La población civil está regalada, gracias a Scholz, Biden & Company.  Zelenski y su ejército pueden sentirse seguros.  Cualquier atrocidad que cometan, siempre son atribuidos a Rusia.

Rusia eliminó por completo sus armas químicas bajo la supervisión de la OSCE en 2017. Los EE.UU. mantienen un tres por ciento.

El 22/03 la embajada rusa en los EE. UU. explicó en Twitter:

“En 2017, Rusia eliminó completamente su inventario de armas químicas. Este hecho fue documentado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. EE. UU., a su vez, está retrasando deliberadamente la destrucción del tres por ciento restante de sus armas químicas, que aún representan una seria amenaza para el planeta. Hacemos un llamado a los Estados Unidos para que elimine todas sus armas químicas”.

Un ataque con armas químicas o un accidente químico provocado sería políticamente y militarmente absolutamente contraproducente para Rusia

El creciente coro de la distorsión mediática omite la estrategia política-militar de Rusia en Ucrania. La federación necesita la futura cooperación de la población civil ucraniana en un país neutral, desarmado, pacifista y sobre todo desnazificado. Unos ataques químicos contra la población civil serían diametralmente opuestos a dichos objetivos declarados. Anularían las metas de Rusia. En esa medida, en realidad responden – objetivamente –  al interés del Occidente.