No hay duda que estamos viviendo en un mundo que nos va sorprendiendo día a día, sin embargo podría asegurar que también existen personas que no esperan nada y nada los sorprende. Algunos comentan que ese estado es muy interesante porque esquivas las expectativas y los ensueños. Parece ser, que también ese estado se podría experimentar como una falta de esperanza. Y de ahí al estado del sin sentido, un paso.

Estos estados de “desesperanza“ se observan en la Clínica, como altísimos (y no solo altos) niveles de angustia y ansiedad que nos impiden vivir y disfrutar el momento presente, llevándonos irremediablemente al recuerdo de un pasado lleno de frustraciones y resentimientos y a un futuro lleno de inseguridades, temores, etc.

Es necesario recuperan la esperanza. Es necesario darnos una oportunidad. Es necesario abrir el futuro, de otro modo no se puede, así de simple, aunque sin duda es más fácil decirlo que hacerlo… aún así, es necesario avanzar en ello.

Si lo hacemos, si nos atrevemos, podremos experimentar el camino hacia el futuro como una suave levedad, como un caminar calmo, sinuoso… bailable.