Antes de que finalice el mes de marzo, proponemos, desde REHUNO Salud, un repaso a la situación actual de las mujeres en el mundo (casi) post pandemia.

Por Flavia Estevan

Comenzaremos este artículo afirmando que, en general, las mujeres están más pobres, sufriendo más violencia, viviendo en peores condiciones de vida que antes de la pandemia y, por lo tanto, con su salud y su futuro comprometidos.

En cualquier crisis, sabemos que los grupos más vulnerables son los que más sufren y los privilegiados sobreviven más y mejor. Es decir, “no estamos todos en el mismo barco” y esta pandemia ha dejado muy claro que unos pocos van en yates de lujo, mientras que gran parte de la población apenas tiene chaleco salvavidas.

En el caso de las mujeres, están todos los agravantes de las cuestiones de género, pero también sabemos que los cortes raciales (mujeres negras, indígenas o inmigrantes de países pobres) aumentan mucho las desigualdades y los diversos problemas.

Recientemente, Oxfam Brasil publicó el informe “La desigualdad mata” que muestra el impacto de la pandemia en un mundo que ya era problemático, desigual e injusto. El informe está repleto de datos y creemos que vale la pena traer algunos de ellos aquí.

Respecto a la población afroamericana en Estados Unidos, el informe muestra que antes de la pandemia, 2,1 millones de negros estarían vivos si tuvieran las mismas condiciones de vida que los blancos. Con la pandemia, este número subió a 3,4 millones, es decir, 1,3 millones de personas negras perdieron la vida durante la pandemia por no tener acceso a las mismas condiciones de vida que las personas blancas. En Inglaterra, las personas de Bangladesh tenían cinco veces más probabilidades de morir por covid-19 en comparación con la población británica blanca.

Además, las personas pobres tenían 4 veces más probabilidades de morir por covid-19 que las personas ricas en varios países, y la mortalidad por coronavirus en los países pobres era el doble que en los países ricos. 

Pero hablemos específicamente de las mujeres…

Las mujeres de todo el mundo perdieron 800 mil millones de dólares en ingresos durante el primer año de la pandemia (2020) y se estima que 13 millones de mujeres perdieron sus trabajos en 2021 en comparación con 2019. Más de 20 millones de niñas corren el riesgo de no volver nunca a la escuela, y hubo un aumento significativo del trabajo de cuidados no remunerado realizado por niñas y mujeres. La riqueza de 252 hombres ricos en el mundo es mayor que la riqueza combinada de todas las mujeres y niñas de África, América Latina y el Caribe.

Además del aumento de la pobreza, otros dos factores han impactado fuertemente en la vida de mujeres y niñas: la carga del trabajo doméstico y el aumento de la violencia doméstica.

Tareas del hogar durante la pandemia

En un informe anterior de 2018 llamado Tiempo de cuidar, Oxfam ya había lanzado una advertencia: el mundo debe 10.800 trillones de dólares cada año a las niñas y mujeres que realizan trabajo doméstico no remunerado. El cierre de las escuelas, los nuevos arreglos para trabajar desde casa, el aumento del desempleo, el aumento de los disturbios mentales y emocionales, las interrupciones del servicio, el aumento del trabajo de cuidados y la escasez de recursos han contribuido a lo que el informe de Oxfam llama una «pandemia ignorada».

Todas las personas tuvieron que adaptarse a una serie de nuevas situaciones, pero sabemos que especialmente las mujeres y las niñas, que son en gran parte responsables del trabajo doméstico no remunerado, tuvieron que hacer todo lo posible para responder a todas estas situaciones.

Estas desigualdades generan una situación denominada violencia económica intrafamiliar y se estima que 1.400 millones de mujeres carecen de protección legal frente a ella.

La violencia doméstica

Se estima que 67.000 mujeres mueren anualmente; 30.000 son asesinadas por sus parejas actuales o anteriores y 37.000 mueren por mutilación genital femenina. La pandemia ha incrementado la violencia doméstica y se estima que por cada 3 meses de confinamiento habría 15 millones más de casos de violencia doméstica. Aunque esta es una situación conocida por las agencias gubernamentales y de salud, la violencia de género representó solo el 0.0002% de los fondos de respuesta al coronavirus.

El futuro de las niñas y las mujeres

Cuando analizamos estos datos y pensamos en la salud como el resultado de múltiples variantes como la educación, la vivienda, el empleo, el ocio, las relaciones sociales, el bienestar, la espiritualidad, entre otras, nos damos cuenta de que es urgente mirar estas desigualdades. Mientras las niñas y las mujeres estén marginadas de los espacios formales como la escuela, la universidad y el empleo, tendrán menos acceso a los sistemas de salud formales y condiciones de vida dignas.

El informe La desigualdad mata estima que US$42 mil millones podrían poner fin a la violencia de género en 132 países prioritarios para 2030, a través de la implementación de programas de prevención y respuesta.

Cuando pensamos en estas cifras, podemos comparar, por ejemplo, con los 8 billones de dólares gastados en armamento por parte de Estados Unidos, en su “guerra contra el terror” en los últimos 20 años.

¿Existen recursos para financiar una guerra y no para derrotar la violencia de género?