POEMA

 

Se borra la sonrisa, se endurece la mirada.

El cuerpo rígido enlentece su caminar.

Mandíbulas apretadas, rostro sin brillo.

Enojo.

Resentimiento.

Rabia y duro corazón.

Llueve en tu vida.

El sol se esconde amenazando nunca más aparecer.

¿Cómo hacemos para quedarnos calmos frente a la tormenta?

¿A quién pedimos?

Dónde me refugio si mi corazón no se quiere abrir.

Aquí me quedo entre laberintos fríos y lúgubres, dando vueltas como alma en pena.

Y nadie se da cuenta…

Y la vida continúa…

Y qué hacer…

Y qué hacer.