El buque Open Arms partió a última hora de la tarde del 17 pasado desde Barcelona y se ha dirigido a la zona SAR bajo las costas de Italia y Malta. La oenegé catalana Proactiva Open Arms se especializa en misiones de vigilancia y rescate de embarcaciones que transportan personas que necesitan ayuda en aguas del Mediterráneo Central.

El buque de rescate de Proactiva Open Arms zarpó el pasado 17 de febrero desde el puerto de Barcelona rumbo al Mediterráneo Central con el objetivo de observar, vigilar y rescatar embarcaciones precarias en aguas del Mediterráneo central. La tripulación consta de dos equipos de socorristas, un equipo médico y mediación intercultural.

El Open Arms estuvo durante el verano del año pasado en varadero para acometer mejoras de acondicionamiento de la nave con el fin de seguir realizando rescates de personas en peligro en alta mar. La misión 89 del Open Arms se dirige hacia la zona SAR frente a las costas de Libia desde donde siguen lanzándose al mar cientos de personas huyendo de la desesperación, la guerra y las condiciones de esclavitud que son sometidas en el país norteafricano considerado un país de transito donde las mafias de trata de seres humanas campan a sus anchas.

El objetivo de Open Arms es continuar salvando vidas en el Mediterráneo, donde la inacción de los gobiernos obliga a los barcos de la sociedad civil a actuar para no aumentar las cifras de muertes, en la que está considerada la mayor fosa común del planeta, con más de 23.000 muertes y desapariciones registradas desde 2014. El barco estuvo hace un año más de dos meses y medio detenido por las autoridades italianas, después de que un juez de Palermo decidió procesar al ex ministro del interior Mateo Salvini por el secuestro de este mismo barco en agosto de 2019.

Según el programa de Seguimiento de Desplazados de la OIM, la ruta del Mediterráneo Central es el cruce desde el Norte de África hacia Italia y Malta. Los migrantes de esta ruta generalmente tienen como objetivo llegar hasta las costas de Italia, y parten desde distintos países del Norte de África que bordean el Mar Mediterráneo. Si bien en años anteriores la mayor parte de los migrantes había salido desde Libia, hay también una cantidad proporcionalmente pequeña pero en aumento, de partidas desde Túnez, Egipto y Argelia. Túnez en particular ha sido testigo de un aumento en las salidas, y los nacionales de ese país representaron más del 60% de los cruces del Mediterráneo Central en 2021.